Cuarto vocero nombrado en la gestión de Francisco

Es sin duda su principal déficit: la comunicación. Filtraciones y falsos voceros. ¿Se podrá ordenar el Vaticano en un tiempo de turbulencias?

Se llama Matteo Bruni. Es el cuarto vocero desde que Francisco fue elegido Papa en 2013. Es inglés, aunque de raíces tanas, y reemplaza al hasta ahora director de la Sala de Prensa vaticana, Alessandro Gisotti.

Bruni, de 42 años, trabaja en la oficina de Prensa vaticana desde 2009 y se desempeñaba como responsable de logística del área de prensa en los viajes del papa Francisco. Es muy respetado por los corresponsales. La amiga del Papa, Alicia Barrios, lo califica como un hombre humilde y de gran sensibilidad.

Bruni, cercano a la comunidad católica San Egidio, asumirá el nuevo cargo el 22 de julio y se convertirá en el cuarto vocero de Francisco desde su elección, tras el jesuita Federico Lombardi (2013-2016), el norteamericano del Opus Dei Greg Burke (2016-2018) y Gisotti.

Ninguno de los anteriores pudo articular una comunicación profesional que evite filtraciones y malas interpretaciones ante alter egos del Papa, sobre todo falsos voceros en la Argentina.

El cambio llega en un momento clave para el Sumo Pontífice que debe seguir profundizando cambios en su lucha contra los casos de pedofilia en la Iglesia.

Matteo es licenciado en Lengua y Literatura Extranjera y se hará cargo no solo de la vocería sino de la Dirección de la Stampa.

El Papa sorprendió a la prensa en medio de la temporada de vacaciones en Roma. Todos pensaban que Francisco también descansaría, sin tomar decisiones trascendentes.

Una de las cuestiones que más mortifica al Papa son las disquisiciones políticas que se hacen sobre su figura, en la Argentina, donde piensa venir a mediados del 2020.

Gustavo Vera, antes, y Juan Grabois, ahora, son algunos personajes que suelen interferir y reinterpretar los mensajes Papales en el fuero interno.

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