De Alberta a Alberto, un meteorito en común

El regreso del presidente de su gira a México se enmarca en el peor momento del gobierno. Sectores opositores debaten intensidad del choque.

En Alberta, región montañosa de Canadá, suelen escasear las noticias extraordinarias. Sin embargo, el otro día cayó un meteorito y en aquel lugar, que habitaron los dinosaurios, los lugareños vivieron uno días de impacto disruptivo en sus apacibles y rutinarias vidas.

En el país de Alberto es imposible sorprenderse, en general, aunque el gobierno pensó que vacunando “dinosaurios” en el ministerio de Salud, nadie se daría por indignado, el meteorito político sacudió al oficialismo.

El presidente regresa de México con aires derrotistas. Su expectativa antes del estallido del vacunatorio VIP era presentarse como una suerte de nuevo líder regional, al estilo Néstor, compartiendo con López Obrador el gustito por las banderas de un ala progresista: un antídoto de equilibrios ante los derechistas Bolsonaro y Piñera. La lógica del hastío lo dejó dando piñas en al aire.

Enojado, desencajado, llevó la confrontación interna de la grieta argentina al territorio azteca, equivocando una vez más los tiempos y espacios de un primer mandatario. ¿Y el canciller no estaba presente para alcanzar otro tipo de discurso en la visita bilateral?

Para colmo, en su reunión con el mega empresario Carlos Slim solo se sacaron promesas de futuras inversiones pero muy poco sobre avances de las vacunas de producción conjunta entre ambos países.

Antes de su gira debió despedir a su amigo Ginés, quien le suplicó apoyo. El ex funcionario salió catapultado a un retiro con penas y olvidos. Antes, un cariñoso mensaje de Vizzotti, actual número uno del ministerio: “Fue mi maestro sanitarista”, dijo a modo de último regalo. Ese es el problema de arranque, del hombre de San Nicolas, hace rato que fue y no le avisaron…

El presidente se empecinó en mantenerlo en el cargo pese a diversos errores de cálculo y comunicación en los que incurrió el tío de Bonelli. El volumen de vacunas prometidas nunca llegó al país.

Sectores eclesiásticos bebieron la venganza del placer de los Dioses. El gordito bonachón fue uno de los principales agentes difusores de la militancia pro abortista.

El gobierno se enredó con su propio discurso, poniendo la campaña de vacunación a la intemperie de un campo minado. ¿No hubiera sido razonable sacar un decreto, de arranque, considerando a la mayoría de funcionarios como estratégicos esenciales?

El gobierno se enredó con su propio discurso, poniendo la campaña de vacunación a la intemperie de un campo minado. ¿No hubiera sido razonable sacar un decreto, de arranque, considerando a la mayoría de funcionarios como estratégicos esenciales?

Tarde se acordaron de transparentar el recurso vacunatorio, principal herramienta electoral con la que cuenta el oficialismo. Quieren pasar la pagina rápidamente , con adjetivos: payasada, cínicos; disparados por la verba presidencial.

La oposición se encontró con una oportunidad a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no acuerdan con la intensidad del choque. Patricia Bullrich quiere llevárselos puestos y retó públicamente a Quirós por su suave elegancia. En tanto, Larreta pide mesura, quizás previendo que estando en la administración los vueltos suelen ser doblemente ingratos.

Acaso, que el gobernador jujeño Gerardo Morales (muy cercano a Alberto pese a ser radical) , haya advertido que en su provincia también hay vacunatorios VIP y se vacunó “hasta a perros y gatos”, según sus propias palabras, terminará siendo una confesión de parte sobre que son todos mas o menos lo mismo en el chiquero nacional.