Del pacto sindical-militar a la Patota del chaleco, Macri en la encerrona del cambio profundo

Los principales sindicalistas se muestran como “perseguidos”. Los Moyano en el banquillo, Barrionuevo amenaza, y Macri necesita la reforma Laboral. Un sendero finito hacia la gobernabilidad.

Alfonsín sostuvo su exitosa campaña a presidente en el 83′ con una “verdad” difícil de comprobar en lo jurídico: el pacto sindical-militar fue su caballito de batalla. Luego, como recuerda el amenazante Luis Barrionuevo, vino la intención de una ley de reforma sindical (Ley Rucci), que terminó de romper cualquier acuerdo de gobernabilidad. Decir que por eso cayó el gobierno del “Padre de la Democracia” sería simplificador, pero fue sin duda un factor que lo debilitó.

Ahora, Macri está en otra encrucijada. La sociedad lo votó para un cambio profundo. El enriquecimiento ilícito de muchos popes sindicales sería más contrastable que supuestos pactos ocultos desestabilizadores. El problema que tiene el presidente es que se pregona el diálogo político pero los acontecimientos van impugnando actores. No podrá arribar en avances legislativos reformistas, con los cuales encaró su segunda etapa de la primer presidencia. De hecho, se levantarán las extraordinarias de febrero.

La Reforma Laboral quedó petrificada ante el paso de actores, de segunda línea sindical, que con chaleco y casco, pasan a rendir cuentas a la justicia. El cuerpo sindical siente cosquilleos incómodos. Con la posibilidad, que el próximo sea el encargado vip, Víctor Santa María, el sentimiento común es “cualquiera puede ser ….”. Una especie de “Mee Too” de la corrupción.

El caso de Santa María demuestra que no hay gestos que puedan descomprimir la tensión reinante entre Cambiemos y el poder sindical. Santa María  desplazó de Página 12 al Perro Verbitzky, tras el articulo que daba a conocer el blanqueo de capitales de amigos y familiares del presidente. El Titular del PJ porteño pensó que con eso se terminaban los problemas, y hasta consiguió que el Perro se fuera sin hacer escándalo. Se equivocó.

Los Moyano sienten que las balas pegan cerca. El líder camionero trató de restarle importancia a la ausencia avisada de Macri en su acto de inauguración de una pomposa clínica para los agremiados. Es cierto que fueron Triaca y Santilli. También es cierto que el mandatario, desde su descanso de Villa Langostura, se ocupó de avisarles a Horacio y María Eugenia que no posaran en esa foto.

Pese a que sus abogados insisten en que la investigación de los barras de Independiente no toca a la familia camionera, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) avanza por supuestas maniobras de integrantes de la familia en lavado de dinero.

“Queremos que no haya más impunidad en la Argentina ni cobertura política para prácticas extorsivas, sea quien sea, especialmente algunos que simulan proteger a los trabajadores. La Argentina necesita un sindicalismo fuerte y sano que se siente a la mesa para defender los intereses de los trabajadores y que ayude a crear más y mejores trabajos”, había dicho Macri en la Cámara de la Construcción ante el aplauso forzado de Gerardo Martinez.

En Bahía Blanca se detuvo a la cúpula de la UOCRA. Habían sido denunciados por la gobernadora Vidal por obstruir la obra pública. En el operativo, no fue casual, intervino en persona el Jefe de la Policía provincial.

¿Tendrá acompañamiento social el gobierno para esta pelea?. Para ello debería contar con un fuerte respaldo social. No lo tuvo en las urnas pese a lo épico del triunfo en provincia de Buenos Aires, el resultado general fue muy ajustado.

A dos años de ejercicio del poder, Macri comienza a paladear costos políticos como el de la reforma previsional, que le hizo perder algunos puntos de imagen en el camino. Nada grave que no se pueda re calibrar.

¿Tendrá espalda moral para liderar el cambio?

El dilema es que los cambios, que alienta la escudera Lilita, pueden chocar sin resultados concretos en la economía, Por otra parte, denuncias sobre el círculo de influencias del presidente, en negocios como los de la energías renovables, pueden descorazonar en la entidad que tendrán, los hombres de la Rosada, para señalar lo ajeno.

Sindicatos , Iglesia , empresarios que no acompañan, peronistas atentos a unirse por las dudas,  Medios expectantes, todo amenaza a un micro clima, siempre principal enfermedad del desgaste de los gobiernos . En nuestra casa, el agregado de la “maldición de los gobiernos no peronistas”. Que todo sea una mala película.