Denuncian una movida K en la Juticia a través de la nueva Casación

La designación, demorada largamente, de los diez integrantes de la Cámara de Casación en lo Criminal y Correccional generó una ola de rumores en los Tribunales federales. Ocurre que seis de los magistrados integran la agrupación Justicia Legítima, cercana al Gobierno. Concretamente se sospecha de una nueva embestida sobre la Justicia para designar jueces afines en la Cámara de Casación federal, la que revisa las causas por corrupción. Actualmente ese tribunal tiene cuatro vacantes. Un sector de la Justicia sospecha que el Gobierno intentará ubicar pronto a María Laura Garrigós de Rébori, presidenta de Justicia Legítima. Sería el puntapié inicial de una movida para ubicar jueces afines como subrogantes. Hay otros datos que confirman las sospechas. Los diez integrantes de la nueva Cámara de Casación, que se ocupará de los casos de delitos comunes, fueron designados el miércoles, mediante un decreto que lleva la firma del vicepresidente Amado Boudou, cuestionado, paradójicamente, por sus causas judiciales. El nuevo tribunal había sido creado en mayo de 2008, y en octubre de 2010 el Consejo de la Magistratura le envió al Ejecutivo una lista con 17 candidatos. Pasaron más de tres años. Algunos adjudican el decreto al secretario legal y técnico Carlos Zannini, autor intelectual de los principales cambios en la Justicia. Además, la nueva Casación, es un “tribunal fantasma”, porque no tiene personal ni un edificio asignado. ¿Dónde irán los camaristas nombrados una vez que juren ante la Corte Suprema?, se preguntan por estas horas jueces y fiscales federales en Comodoro Py. “La sospecha es que se quiere forzar la interpretación de la ley de subrogancias para que vengan alguno de los nueves jueces”, admitió ante Clarín un integrante de la Cámara de Casación federal. La norma dice que las vacantes deben cubrirse por sus pares y luego recurrir a jueces inferiores. Actualmente hay cuatro vacantes que las cubren tres de sus integrantes (Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, actual presidente de Casación), y el juez Luis María Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados. “Para que venga alguno de los nuevos jueces, tendrían que cesar en el cargo los que están, y ellos ya expresaron su decisión de seguir. No hay ninguna posibilidad, salvo que el Gobierno quiera forzar la ley o enviar otra ley al Congreso”, advirtió un integrante de la Casación. La subrogancia de Cabral ya generó polémicas internas dentro y fuera del tribunal. El diputado ultra K Carlos Kunkel hizo una denuncia penal contra los seis camaristas que aprobaron la última renovación. Ese expediente está en pleno trámite en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría. La posible llegada de otros miembros de Justicia Legítima a la Cámara de Casación federal genera tensión. Si ocurre, generará consecuencias políticas y jurídicas, porque podría inclinar la balanza en temas sensibles. Y se da en medio de pujas internas entre sus integrantes por la presidencia del tribunal. Esa elección está prevista para el 4 de diciembre.