Desacoplado, Alberto encara la última etapa de un año tomado por la peste y el predominio de Cristina

Sus reacciones políticas aparecen desajustadas de las posibilidades de consensos y agigantan la Grieta.

Desacople. Esta palabra define a la perfección el momento político del presidente y su alianza de gobierno. Cristina, socia mayoritaria en el derrotero de la victoria electoral, comenzó  a ser predominante con su agenda divisionista. El tesoro del “diálogo pandémico” con el gobierno porteño, fue dinamitado con una acción táctica fuera de contexto.

Si Alberto Fernández planteaba la quita de coparticipación a la Ciudad en beneficio de un sistema federal más equilibrado, fuera de la agenda caliente de la resolución de la crisis con la policía bonaerense, el ruido hubiera sido otro. No significa que la Ciudad no se parara frente a ello de una manera terminante, pero el quiebre de la relación personal entre Alberto y Horacio hubiera tenido un tratamiento menos traumático.

¿Qué lo llevó a esa desesperada maniobra para manotear recursos sin pasar por un diálogo político? Sin duda la falta de caja, el no poder confrontar con sus socios, “los gobernadores peronistas”, pero a la vez “la huella vengativa de Cristina”.

El tesoro del “diálogo pandémico”, con el gobierno porteño, fue dinamitado con una acción táctica fuera de contexto.

Desde su presentación del libro Sinceramente, en plena campaña, la actual vice planteaba el tono confrontativo con la Ciudad, por su “opulencia” con respecto al resto del paìs. No es letra innovadora del dirigente porteño y actual presidente, quien alguna vez añoró desplazar al macrismo del predominio de la escena de la Capital Federal.

También es cierto que la plata destinada al traspaso de la policía porteña la dispuso por otro decreto del entonces presidente Mauricio Macri, con la misma discrecionalidad que exhibe ahora el actual mandatario. La pelea por la coparticipación porteña había quedado en pausa por el avance de la peste, eso también el oficialismo porteño lo sabía.

El favoritismo a los nuestros en detrimendo de los otros, es una moneda corriente al no contar con una nueva ley de coparticipación federal.

Desacoplados, el Frente de Todos viene haciendo malabarismo para disimular las crecientes diferencias por las tomas de tierras acompañadas por organizaciones sociales adherentes al modelo, o las heridas que dejó la crisis policial con la continuidad en alfileres del Super Berni.

El favoritismo a los los nuestros en detrimendo de los otros, es una moneda corriente al no contar con una nueva ley de coparticipación federal,

 

El presidente va rápido donde debe consensuar y lento donde debe plantea autoridad. Esto último quedó en evidencia al demorar sanciones para aquellos policías que se pasaron de la raya, en las protestas. Ejemplos  sobran con patrulleros y hombres armados en al residencia de Olivos o en la sede de gobierno bonaerense.

Los sectores dialoguistas de Juntos por el Cambio han quedado el off side varias veces, asistiendo a fotos en Olivos y “sorprendidos ” con anuncios o embestidas contra el gobierno anterior.

Esto envalentonó el regreso de Macri de su gira de placer por París y Suiza. El ex presidente habla como un líder lógico del restablecimiento de la Grieta,

Larreta sabe que eso es un obstáculo que le pone un freno a su carrera presidencial. Salvo que se resigne a lo que le pasó a Alberto, con eso de con “Cristina sola no se puede y sin Cristina no alcanza”. La trampa, como la historia, cuando se repite suena a farsa.