Después de Formosa, preocupa al gobierno el internismo en Tucumán

Manzur está peleado a muerte con su vice. Desprendimientos en el bloque de legisladores y renuncias en gabinete.

Formosa es un bomba expansiva que puede genera otras crisis políticas en el peronismo. Sectores opositores lo saben y han visto en ello una  ventana de oportunidad política. El riesgo es que las luces encandilen y también reciban críticas de sectores agobiados por la crisis y la pandemia.

Tucumán repiquetea como punto de quiebre desde otro costado al caso Insfrán, el internismo en el seno del gobierno de Juan Manzur, un  gobernador de manejo de riendas cortas de la provincia. Sin embargo, le salió un forúnculo, todo un clásico desde Julio Cleto Cobos. Su vice no le responde y le plantea fuertes disidencias.

La última colmó la paciencia del gobernante aliado a Cristina y Alberto, cuando el vice Osvaldo Jaldo, le revirtió una votación en el Congreso a favor de un candidato a Defensor dle Pueblo que dista de ser el deseado por Manzur.

Esa pelea cuerpo a cuerpo derivó en el quiebre del bloque y en renuncias en el gabinete provincial. Impactado por la movida, Manzur pidió apoyo en la Rosada, que les envió a dos referentes para abrazar al mandatario. Frederic y el legislador porteño albertista Claudio Ferregño. viajaron raudamente a Tucumán.

 

El asunto llegó al despacho del Ministro de Interior, Wado de Pedro, quien mandó un mensaje claro: “No es momento de anteponer intereses personales, sino de atender los problemas de las gente”.

¿Será una fiebre aislada o se expande el virus de Formosa?