Detalles de la novela de una votación escandalosa en AFA

Expediente Político estuvo presente en la frustrada votación para presidente de AFA y ahora te va a contar los entre telones de una tarde-noche de película.

Caía la tarde, se asomaba la lluvia y Hugo Moyano, uno de los primeros dirigentes en llegar al predio de Ezeiza, se paseaba con un paraguas de Independiente.Se acercaba la hora de votar y faltaban dos asambleístas. Ambos del lado de Tinelli. No faltaron los rumores, y las suspicacias, hasta que José Gómez (Patronato) y Ricardo Mollerato (Instituto) dieron el presente casi sobre la hora.

Por las amenazas recibidas, Pereira, presidente de Central Ballester, se bajó de la elección. En su lugar ingresó el titular de Muñiz. Ese voto no estaba en los planes de nadie. ¿Para quién fue? Dicen que para Segura.

“Con la guita que hacen bien podrían poner aire acondicionado”, dijo un dirigente de un club porteño. “Si prenden los ventiladores se les van a volar los votos”, contestó un colega. Lo cierto es que reinó el calor y la mayoría se abanicó con lo que pudo.

“¿Y este qué hace por acá?”. Muchos se sorprendieron con la presencia de Alberto Samid. El Rey de la Carne y ex presidente de Morón se acercó al predio para manifestarle su apoyo a Luis Segura. Otro paracaidista fue Roberto Bugallo, ex titular de All Boys.

Antes del comienzo de la Asamblea, Tinelli se dirigió al sector de los cuartos oscuros y los inspeccionó. No dejó ningún detalle librado al azar.

Para la Comisión de Poderes estaba propuesto Andrés Meiszner, hijo del dirigente José Luis que horas previas había recibido un pedido de captura internacional por los casos de corrupción en la FIFA. Lo tuvieron que cambiar.

En un momento de la Asamblea, Greco, presidente de Atlanta, pidió la palabra y dijo: “El presidente de Excursionistas renunció. Va a faltar un voto”. Acto seguido, desde un par de lugar más adelante se paró…. Sí, el presidente de Excursionisas. “No presenté la renuncia. Desestimo lo que dice el representante de Atlanta”.

Justamente el presidente de Excursionistas fue uno de los primeros que dejó el lugar. Es que su familia había recibido una amenaza de muerte y escribieron pintadas en la puerta de su casa.

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