Antes de la denuncia, Marino había retirado su candidatura a gobernador

La denuncia, por supuesto acoso sexual, sacudió el avispero del Congreso donde se espera más efecto Me Too.

La empleada legislativa, Claudia Mabel Guebel, denunció por acoso al senador Juan Carlos Marino. La acusación impactó en el seno legislativo ya que la supuesta víctima es un cuadro importante dentro de los equipos técnicos del radicalismo.

Guebel le dijo la secretaria del fiscal Carlos Stornelli, quien le tomó declaración, que el senador pampeano le mandaba mensajes de WhatsApp donde la invitaba a intimar fuera de horario laboral. La especialista en política de defensa narró que hasta le llegó a enviar videos alusivos al sexo.

Marino levantó, días antes de esta grave denuncia, su candidatura a gobernador de La Pampa. Lo anunció sin dar demasiadas explicaciones desde su twitter personal. En su entorno aseguran que estaba repensando la decisión y sospechan de sectores del Gobierno por la difusión de la noticia para favorecer a Javier Mac Allister, rival natural en la interna de Cambiemos.

La denunciante dijo que en una oportunidad el senador se abalanzó y le tocó los pechos, según su denuncia. Al mismo tiempo, señaló otra situación de acoso de un de los asesores del senador, llamado Pedro Fiorda quien la forzó y le habría estampado un beso en la boca.

Guebel se había acercado a Marino a través del ex senador Solari Yrigoyen, interesada por el perfil del manejo de la Comisión Bicameral de Inteligencia. Tiene mucha experiencia y sabe demasiado de los secretos de los pasillos del Parmamento, donde está desde el 2001. Otro despacho por el que pasó es el de Julio Cleto Cobos.

Militante de toda la vida, siempre fue una mujer de carácter pero se animó a elevar la voz por este caso de supuesto acoso al ver la conferencia de la actriz Thelma Fardín.

En una nota radial la denunciante dio mas detalles y llamó “hijo de puta” al legislador radical.

Federico Storani, autoridad partidaria, dijo que la UCR le pediría explicaciones a Marino, que al tener fueros su caso lo atenderá la justicia Federal.

El senador sigue guardando silencio. La puerta abierta por Guebel puede ser el disparador de una ola de nuevas denuncias en el Congreso.