ARA San Juan: días decisivos mientras el kirchnerismo intenta politizar la causa

A tres años de la tragedia del submarino ARA San Juan, el trágico episodio sigue guardando sus secretos en las profundidades del mar. Los familiares de los 44 tripulantes quieren encontrar respuestas por parte de la justicia para sanar su dolor. El 14 de noviembre de 2017 sus vidas cambiaron para siempre.

El sentimiento de la familia naval es atendible pero hacer justicia es otra cosa. Hay que tener en cuenta todas las variables y no realizar una carnicería politizada.

Hasta el momento la jueza Marta Yañez dispuso el procesamiento de seis jefes navales: el contra almirante Luis Enrique López Mazzeo, el capitán de navío Claudio Villamide, ex comandante de la fuerza de submarinos; el contraalmirante Luis Malchiodi, ex jefe de Mantenimiento y Arsenales; el capitán de navío Héctor Alonso, ex jefe del estado mayor del comando de la Fuerza de Submarinos; el capitán de fragata Hugo Miguel Correa, ex jefe de departamento de Operaciones de la Fuerza de Submarinos; y el capitán de corbeta Jorge Andrés Sulia, ex jefe del departamento Logística de la fuerza submarina.

En los próximos días se sabrá si la Camara de Comodoro Rivadavia confirma dichos procesamientos y también si decide extender la investigación al ex presidente Mauricio Macri, al ex ministro de Defensa Oscar Aguad y al ex titular de la Armada Marcelo Srur.

El kichnerismo ha tratado de politizar la causa para sumarle otra preocupación al ex mandatario en sus múltiples problemas judiciales. En este caso puede tener responsabilidad política pero resulta atravesado pensar en una responsabilidad penal de quien poco podía saber de una ejercicio militar de rutina. A los ex mandos navales seguro les tocará afrontar un Consejo de Guerra, con la pena máxima de la posible destitución del grado militar.

Colaboró en la contaminación de la causa los dichos del procesado Mazzeo, al decir que el presidente y su ministro Aguad supieron de antemano donde estaba hundido el submarino y decidieron ocultar información hasta último momento, realizando una especulación política. Su versión sobre que un buque chileno supo de la localización antes que la empresa contratada por el gobierno de Macri, no tiene por el momento mayor sustento.

Srur acusa en su descargo de insubordinación a los jefes navales a cargo del control de órdenes sobre el submarino y que no hubiera dejado en manos del capitán de la nave la definición final sobre qué hacer.

Fue este marino y los demás nombrados los que tenían al mando el COAA  (Comando de Adiestramiento y Alistamiento que no tuvieron una lectura adecuada de la gravedad de exponer al ARA a un operación de navegación cuando en la base de Mar del Plata detectaron algunas fallas, no centrales para la navegabilidad pero si potencialmente riesgosas ante alguna adversidad de la ruta.

Si por supuesto que la política en general no debiera hacerse los distraídos incluidos los kirchnerirstas sobre el deterioro permanente del presupuesto militar que tiene una directa relación con la falta de mantenimiento de los instrumentos de capacitación militar, El ARA tuvo una reparación de media vida en Alemania que no habría sido del todo satisfactoria, durante el gobierno kirchnerista.

La empresa alemana Ferrostaal informó en su momento, que, “por motivos de ahorro”, la Armada Argentina decidió no adquirir nuevas baterías sino renovar las celdas de baterías en la reparación de media vida que le realizó al submarino

El colapso con el que se hundió el submarino tiene causales hipotéticos diversos , un mix entre problemas preexistente de la nave y las pésimas condiciones meteorológicas de la navegación.

Peritos de la Armada concluyeron que el ARA tenia problemas de manutención como el postergado arreglo de su casco y señalo que los detectare de hidrógeno estuvieron averiados lo que habría generado una falsa información de seguridad entre los 44 tripulantes.