Disidencia entre Cristina y Máximo por la estrategia electoral

Postulan diferentes candidatos a gobernador por Unidad Ciudadana.

Quién dijo que madre e hijo piensan igual. Parece que por primera vez el heredero del pingüino se atreve a disentir con su progenitora y líder político. Trascendió que este fin de semana la reuniones políticas en el Instituto Patria tuvieron el ardor de un verano con tinte electoral.

Resulta que Cristina quiere que el ex ministro de Economía, Axel Kicilof, sea su referente en la provincia de Buenos Aires. Antepone una cuestión que en el kirchnerismo es cuasi religión: la confianza.

Al mismo tiempo, Axel viene recorriendo el Conurbano con bastante afinidad entre los sectores refractarios al macrismo. Hasta se le escucha decir a algún intendente de poder territorial del peronismo que les causa sorpresa el comportamiento del integrante de La Cámpora.

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Por su parte, Máximo K presta el oído a Barones del PJ que no quieren repetir viejas historias de ninguneo entre el kirchnerismo y el peronismo más tradicional.

Ellos pretenden cogobernar la provincia y mejor si el candidato los representa directamente. La postulación de la intendenta de la Matanza, Veronica Magario, es la que mayores consensos alcanza.

La mini grieta familiar habrá que seguirla de cerca ya que se está en una etapa de definiciones. Cristina quizás pese más en Comodoro Py que en una estrategia a largo plazo que afecte su futura gobernabilidad dentro del peronismo.

Por último, todo puede cambiar si Vidal decide adelantar las elecciones a la gobernación, idea que tiene caca vez más adherentes dentro de Cambiemos.