Dura crítica de la UCR sobre la política de Defensa

Elaboró un duro documento en el que advierte que vender bienes del estado no puede ser el único norte.

Sin decirlo con estas palabras, el documento que la Comisión de Defensa de la UCR (socia política del gobierno de Macri) emitió, vincula directamente como uno de los factores de la desaparición del Submarino Ara San Juan a  la realidad de tener uno de los presupuestos de Defensa más bajos del planeta, en relación al PBI.

El trabajo, que este medio publica en exclusivo bien puntos también autocríticos sobre los dos gobiernos radicales de la democracia iniciada en el 83.

“La Unión Cívica Radical ha estado al frente de la gestión de la Defensa Nacional en varios períodos desde 1983 hasta la fecha, afrontando levantamientos militares, achiques presupuestarios y situaciones no deseadas, pero también ha impulsado y participado activamente en la elaboración y sanción de las leyes que ordenan el sistema, tanto como en lo que al ámbito de la formación militar se refiere. Con estas luces y sombras en nuestra historia, debemos encarar una autocrítica honesta allí donde estuvieron y están los errores y reivindicar los aciertos defendiendo los principios que guían a un Partido con más de cien años de historia”.

Después describe la actual situación de desmadre de las fuerzas militares…

Aviones que no vuelan, sólo unos pocos, buques seriamente afectados en sus capacidades operativas, material obsoleto en las tropas terrestres y una desmoralización general ante la falta de recursos. A ello debemos añadir doce años de persecución y de escarnio hacia los uniformados enrostrándoles la culpa institucional de un pasado lamentable al cual no quieren ni desean volver. Aun con estas limitaciones, las FF AA han intervenido e intervienen en misiones de paz en muchos lugares del mundo, obteniendo el reconocimiento de las autoridades de las Naciones Unidas, también han colaborado en la ayuda a la población en los casos en que han ocurrido catástrofes naturales en nuestro país y, es necesario señalarlo, han contribuido en otros tiempos al desarrollo de la ciencia y la tecnología en la Argentina.

El trabajo elaborado por especialistas radicales en la materia, tiene las firmas de Federico Storani, Angel Tello (ex vice de Defensa) y Carlos Ramirez ( ex Director de Política Internacional de Defensa). Critican el rumbo actual sobre solo mirar como desprenderse de bienes del estado.

La República Argentina tiene uno de los presupuestos más bajo en Defensa en relación con su Producto Bruto Interno. A fines de los noventa la ley 24948 de Reestructuración de las Fuerzas Armadas estableció aumentos paulatinos y regulares de los presupuestos -incrementos plurianuales- de manera tal que en aproximadamente cinco años se llegue a un 2% del PBI con una distribución similar a la existente en los países desarrollados: 60% sueldos, 40% equipamiento y funcionamiento. Para tal fin, la ley fija la venta o alquiler de bienes de las FF AA sin utilidad operativa. En este punto debe señalarse que las necesidades del Estado argentino en estos tiempos son acuciantes debido a muchos años de mal gobierno y resulta comprensible el empeño puesto para erradicar, entre otros flagelos, la pobreza. Pero no se puede desvestir a un santo para vestir a otro y es imprescindible llegar a un equilibrio que contemple la recomposición de un sistema defensivo hoy inexistente.

Al ministro Aguad el bloque parlamentario Cambiemos lo cuidó en su presentación ate al Comisión Bicameral de investigación del ARA San Juan, y los mayores sobresaltos los tuvo con la intervención de legisladores de la oposición, ue ahora lo convocarán para otro round que sería más duro y tomando algunos de estos planteos que ahora hace la UCR.

El documento recalca que para impulsar un verdadero cambio en la política de Defensa se debe contar con personal idóneo en la Cartera cel área. Toda una indirecta directa.

En las últimas horas, el gobierno blanqueó que por la crisis se suspenderá la compra de material bélico que se había negociado. El recorte de gastos y compra de equipamiento militar alcanzará a los contratos que se habían sellado con Francia, China, Suecia e Israel.