Murió Bauza, un articulador de los 90

Fue el primer Jefe de gabinete de las democracia. Siempre se mantuvo fiel a Menem y fue muy cercano a Alfonsín.

El “flaco”, así lo denominaban políticos y periodistas en la década de los 90. Eduardo Bauza fue un verdadero articulador de políticas de consensos entre las dos fuerzas mayoritarias de aquellos primeros 20 años de la transición democrática.

Arquitecto del Pacto de Olivos que le permitió pensar a Menem un proyecto político a largo plazo y tender un puente de protagonismo en el status quo del bipartidismo a Raul Alfonsín.

Con el líder radical tuvo una preferencia en buscarlo como interlocutor, cuestión que tensó las cuerdas de la interna menemista con otros ministros dialoguistas.

Tras la reforma del 94′, se transformó en el primer jefe de gabinete de la democracia, una figura que sigue siendo rediscutida en sus alcances por el sistema político.

Bauza estuvo desaparecido de la escena nacional desde que Menem se transformó en una pieza de museo del Senado. Una enfermedad diabética que cargó desde hace muchos años, lo postergó al retiro anticipado.

Abogado brillante, mendocino, estuvo con Menem desde los 70 como funcionario del gobierno de La Rioja.

Fue un factotum para el diseño junto con Dromi y Granillo de las privatizaciones de los 90′.

Diferentes dirigentes lo recordaron, con la sutileza y elegancia que da el paso del tiempo.