Efecto Máximo: interna en el PJ bonaerense entre “peronistas razonables” y “adolescentes caprichosos”

Si algo le falta al preacuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que debe pasar por el Congreso, era la renuncia de Máximo Kirchner a la presencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados. Y si algo le faltaba a esa renuncia, era que un intendente reavivara la interna del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires.

El jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, no dudó en criticar a Máximo a horas de su renunciar al bloque oficialista en la cámara baja: él se autoproclamó parte de una corriente del partido que denominó “peronismo razonable” mientras que a Kirchner y su espacio, La Cámpora, los tildó de “adolescentes caprichosos”. Lo que se dice “fuego amigo”.

Para sostenerlo, explicó que él nunca se endeudaría con el FMI, no comparte la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri, no conoce la “letra chica” del preacuerdo entre el Gobierno y el organismo multilateral de crédito, pero, más allá de todo eso, dice tener “la suficiente responsabilidad política e institucional para no llevar a la Argentina al abismo”.

Párrafo seguido, agregó: “No somos ‘adolescentes caprichosos’; somos dirigentes políticos con enormes responsabilidades sobre más de 40 millones de argentinos”.

Gray fue el jefe del PJ bonaerense hasta 2019. Luego lo reemplazó Gustavo Menéndez. Y, desde finales del año pasado, Máximo. Por las formas de esa asunción, Gray fue a la Justicia para impugnar a Máximo.

De esa interna Gray nunca se olvidó: por eso planteó en una carta: “Con la renuncia de Máximo a la jefatura del bloque de Diputados del Frente de Todos, ¿se expresa el pensamiento del peronismo bonaerense o solo el de La Cámpora?

Máximo le aseguró a Alberto Fernández que su renuncia a la presidencia del bloque no implicaría una fractura del mismo y mucho menos de la coalición gobernante. Pero Gray tal vez dijo lo que el Presidente no puede o no quiere.