El allanamiento al hijo de la titular de la AFI despertó todo tipo de especulaciones

El hombre estaba siendo investigando por el robo de documentos históricos.

Primero los hechos. El hijo de la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, fue demorado, tras un allanamiento en su casa por un causa de 2019 donde se investiga el robo de obras históricas. Durante ese procedimiento, ordenado por la jueza federal Capuchetti, la Policía de la Ciudad encontró “manuscritos, fotos y libros” de valor históricos y plantas de marihuana. Por ese último hallazgo, Federico Barea fue demorado, pero tras constatar que no tenía antecedentes lo liberaron.

Los allanamientos fueron el jueves al mediodía pero trascendieron recién cerca de las 20 horas. La noticia igualmente quedó opacada en los medios porque a esa misma hora se conocieron las medidas para restringir los vuelos del exterior.

Con el paso de las horas, cerca de Caamaño salieron a bajarle el tono al escándalo. Sobre las obras históricas, dijeron que Barea, de 38 años, es librero y que compró una serie de obras de buena fe.  Y sobre las plantas de marihuana dijeron que era para consumo personal.

Mas allá de la causa de fondo, el allanamiento despertó todo tipo de especulaciones. Seguro no fue una casualidad.

En los últimos días hubo criticas a la titular de la AFI por el ataque que sufrió Alberto Fernández en Chubut, donde se desmanteló la estructura de inteligencia. No es el único tema que puso en jaque a Caamaño. Hay mucho malestar interno por la filtración de 3.850 resoluciones en las que se difundió el nombre de unos dos mil agentes y ex funcionarios de AFI y diferentes directivos durante la gestión de Gustavo Arribas, de 2016 a 2019. Ese tema está en manos de la Justicia.