El escándalo por el fideogate: bajas en Desarrollo Social y la interna piquetera

Dos funcionarios de Desarrollo Social salen por los sobreprecios que pagó el Ministerio en plena pandemia. Quiénes son y a quién responden.

Un hombre honesto rodeado de un sistema que no manejaba. Esta parece ser la apretada síntesis de la lectura del escandaloso episodio de la compra de alimentos con sobreprecios por parte del Ministerio de Desarrollo Social ante la emergencia del  coronavirus.

A Daniel Arroyo le pesará, en su conciencia, el haber aceptado de buena fe un cargo en el que no pudo definir sus colaboradores más estrechos y claves de gestión como lo es el de firmas de compras. ¿Pensó acaso que con voluntad y conocimiento del campo social, que tanto conoce,  bastaba para domar a un elefante?

A Daniel Arroyo le pesará, en su conciencia, el haber aceptado de buena fe un cargo en el que no pudo definir sus colaboradores más estrechos y claves de gestión como el de compras.

 

Alberto lo banca como bancó a Gines pese a los traspiés, pero en el caso de Arroyo no hay exceso declarativo sino el estar sentado en un campo minado. EL ministerio es centro de las disputas internas del Frente de Todos, sobre todo con sectores kichneristas que disputan poder.

El caso del “fideogate” se cobró un primer funcionario. Se trata del Secretario de Articulación Políticas Sociales, Gonzalo Calvo, un hombre con tristes antecedentes ya que como ex Secretario de Seguridad de Almirante Brown fue grabado pidiendo una coima.

Calvo tiene ligazón con el intendente Mariano Cascallares y su vínculo con al área social tiene antecedentes con Alicia Kirchner, al igual que otra funcionaria que se va descabezar como Cecilia María Lavot, encargada de Dirección de Compras y Suministros que autorizó los pagos.

El presidente instruyó a Jefatura de Gabinete una intervención directa en delimitar responsabilidades y le dará a Cafiero el mando del nuevo protocolo de control de compras para que los futuros precios no superen lo de los Precios Cuidados. ¿Un suerte de intervención al ministro Arroyo?

Claro que Alberto prefiere por ahora no hacer demasiadas preguntas para saber por qué no paró todo antes la Sindicatura en la que esta sentado un íntimo amigo de la época universitaria. Tampoco hay tiempo de replantearse por qué al entrarse por Arroyo, que estaban atrapados en una cartelización de 11 empresas que serian de dos o tres empresarios apalancados en sus vínculos de favores dentro del estado, no salió a gritar a cuatro vientos las avivadas de “los muchachos miserables”. Quizás el frenesí de la crisis y las urgencias por lo social lo dejaron sin reflejos.

Por otra parte, varios movimientos piqueteros filtraron información. Sentado en la mesa del gobierno, nunca comulgaron con medidas de Arroyo com el de la tarjeta alimentaria. Grabois la cuestiono filosóficamente, otros sabiendo que les resta poder territorial el no manejo de dinero directo hacia sus representados territoriales.

La interna cruzada e intensa amenaza al Jefe de gabinete, ya que un hombre suyo aparece en los off como un facilitador de haber invitado a un empresario de Chivilcoy al banquete de los fideos más caros del mercado. Habrá que seguir revolviendo la olla.