El Gobierno asimila el “Cristina gana” y piensa en el 14

Con las encuestas en la mano de las Paso, el macrismo ensaya el día despues y como transformar una mala en un triunfo general.

Los empresarios siguen siendo optimistas ante el futuro. Eso pese a que el gobierno no ha podido desalentar el “Cristina gana”.

Las explicaciones que dio el Jefe de gabinete, Marcos Peña, al staff de principales industriales es que “las encuestas puede fallar”. Sino el discurso se acoplará a digerir la permanencia por un tiempo más de las mismísima adversaria que Macri eligió tener enfrente.

El lunes 14 de agosto, el gobierno dirá que se ganó en todo el territorio nacional y que Cristina es dueña de una porción de votos que solo está recostada en la tercer sección electoral. Dependerá el equilibrio de los argumentos con respecto a la diferencia que exista entre el primero y el segundo, siempre y cuando esa posición sea de Esteban Bullrich.

Pretender colocar cada adversidad o los errores en una “buena noticia” puede llegar a empalagar a una clase media que todavía quiere creer en Cambiemos.

El revés parlamentario frente a la intención de expulsar a Julio De Vido está montado en la campaña oficialista como una oportunidad que el votante les dará para volver a intentarlo después de octubre.

Los radicales, socios minoritarios, piensan que la estrategia Jaime Durán Barba y Peña está agotada, y que Macri debe volver a la senda del diálogo institucional buscando los mejores referentes del abanico político.

Hubo un par de gobernadores peronistas “aliados” que se abroquelaron a defender sus propios intereses de supervivencia más que los intereses de Cristina, en la última sesión. No pueden ver un futuro promisorio con legisladores opositores lanzados por la ventana.

Son ante todo adversarios en la puja electoral y si no tienen un presidente generoso vuelven a ponerse mascaras de combate.

Si Cristina gana por 5 puntos de diferencia las Paso, ese resultado sería irreversible en las de octubre, que van por la banca.

El asunto siempre es en definitiva los coeficientes de gobernabilidad , que mas allá de que se naturalice el “Cristina gana”, se verán realmente en la cancha cuando el llamado cuco vuelva a aparecer no ya en los cuentos para asustar sino en la urnas .