El Gobierno va hacia el cierre de la búsqueda del ARA

Le será imposible mantener el costo operativo. La licitación para buscar una empresa que siga el rastrillaje se descartó.

En ámbitos del Ministerio de Defensa ya se habla de una fecha: 15 de Mayo , dos días antes del día de la Armada Argentina. El cómo es lo más difícil de consensuar.

Se preveé un decreto presidencial declarándolos “héroes nacionales” a los 44 tripulantes desaparecidos del ARA San Juan, desde 15 de noviembre del 2017.

También se estudia una indemnización por familia que ascendería a 5 millones de pesos, cada una. El gobierno sabe que no puede seguir retroalimentando una esperanza de hallar algún vestigio del ARA SAN JUAN.

Todos los expertos internacionales, que colaboraron con la misión, les trasmitieron la imposibilidad de seguir ante los costos altísimos de la mega búsqueda.

Solo quedó, por un mes más, el navío Ruso Yantar, que Putin le anticipó a Macri, en su visita a Moscú, que no lo podrán retener mucho tiempo en el Atlántico Sur.

Los familiares de los tripulantes desaparecidos plantearon hacer una colecta para llegar a la cifra de 4 millones de dólares y seguir la búsqueda de forma particular. Una voluntad de hierro poco probable desde lo racional.

Un grupo de ellos estarían asesorados por el abogado mediático, Fernando Burlando, quien habría recomendado ir por la vía de las indemnizaciones.

Las familias de los 44 provienen de sectores humildes del interior de país. Muchos de ellos no pueden esperar los tiempos de un juicio económico contra el estado.

El sector intransigente lo lidera, Luis Tagliapietra, padre de uno de los submarinistas desaparecidos y abogado de más de 20 familiares, que seguiría adelante con todas las demandas.

En tanto, la jueza de Caleta Olivia tomó declaración a dos submarinistas que no embarcaron en el viaje fatídico pero que conocían los desperfectos que el ARA sufrió en otras oportunidades. Ambos reconocieron que el submarino tuvo varios desperfectos tanto en los sensores de la válvula de cierre del snorkel y una de las bobinas de las baterías se quemó al llegar a Ushuaia, aunque dijeron que “nunca estuvo en peligro la navegabilidad del submarino”.