El gobierno presionó y tuvo los votos “escondidos” clave para sacar media sanción del aborto

Hicieron un giro en la estrategia al ver el fuerte activismo Verde. El voto Pampeano clave para el resultado.

En minutos, se dio vuelta la taba. La Pampa, gobernada por el peronista Carlos Verna, dio el pase a la final para la corriente Verde. Macri habilitó el debate, sin medir el costo de que después la ley se trabara en Diputados. El activismo transversal entre jóvenes, artistas y feministas fue un plato fuerte sumado a los problemas económicos, las marchas de camioneros y el paro general de la CGT que vendrá.

Todo junto es demasiado para un mandatario que ya se percibe débil hacia el futuro. Por eso la negociación de último momento que dio vuelta la votación que hasta anoche estaba un voto arriba de los anti abortistas.

Las secuelas en el bloque oficialista discurre sobre un mar de incertidumbre. Hasta Lilita Carrió se borró del debate en el recinto, justificando no agitar el clima divisionista. Ella que votó en contra, ¿habrá sabido que estaba preparada la cama caliente?

A dos actores de La Pampa les prometieron contención. Al gobernador Verna la garantía de la sintonía fina con las obras públicas que se recortarán. A Rubén Marín, muy católico, la idea que en el Senado no pasa la Ley. Para esto, el oficialismo prepara una especie de operativo confort a los que están a favor de la despenalización.

Si no sale la ley, saldrá una reforma del Código Penal que incluirá una claúsula de apertura a los jueces para habilitar algunos abortos que hoy nadie se anima a estampar.

 

Al igual que ocurrió con el Matrimonio Igualitario, con el que en principio no comulgaba (llegó a expresar que la homosexualidad es una “enfermedad”), ahora Macri muestra un avasallante pragmatismo. Después el horizonte plantea mucha oscuridad.