El Gobierno protege a un hombre clave de Stiuso en la Aduana

Se trata de Damián Sierra, el funcionario que ayudó a Stiuso a cruzar la frontera a Uruguay el 18 de febrero. Sigue en su cargo, aunque hay denuncias por contrabando con el ex jefe de la SIDE. ¿Qué funcionarios están detrás de la mafia aduanera?Sierra se mantiene en la sección control de destinaciones”, una oficina que está en el segundo piso del edificio de Azopardo al 300, confirmó a Clarín una fuente aduanera. El 18 de febrero, ese funcionario manejó la camioneta Grand Cherokee, color negro, con la cual Stiuso salió del país. El vehículo pertenece a la firma House to House SA, un agente de cargas aéreas y marítimas. ¿Por qué la manejaba Sierra?. “La compró Fabián Rizzo a nombre de esa firma y le dio una cédula azul a Sierra para circular”, reveló una fuente de la Aduana.

Rizzo es uno de los directores titulares de House to House, según la última asamblea inscripta ante la Inspección General de Justicia. Hasta septiembre del año pasado, otro de los directores de esa firma era Bernabe Moschella, preso en la cárcel de Devoto por traficar droga en esquíes. La causa, denominada “Sky-Mal”, llamativamente estuvo a cargo de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Moschella asegura que todo fue “armado por los servicios de inteligencia” y prepara una denuncia contra la magistrada.

La salida de Stiuso a Uruguay, 24 horas después de declarar ante la fiscal Viviana Fein, fue monitoreada. Fuentes oficiales aseguran que viajó con dos móviles de apoyo. En la frontera fue demorado. Con dos llamados, Sierra logró convencer a los empleados aduaneros y de Migraciones.

Con Stiuso fuera del país, el titular de la SI Oscar Parrilli denunció a House to House por contrabando. En la maniobra incluyó al ex director general de Operaciones; a Alejandro Patrizio (jefe de la base de la SI en Ezeiza) y a Nicolás Gastón Mercado, el hombre que retiraba el material que importaba la SI, pudo saber Clarín.

Cerca de Stiuso destacan que Mercado fue denunciado por la SI en diciembre pasado a raíz de los mismos hechos. Aquella denuncia no fue casualidad. Un mes antes, Parrilli, por entonces secretario general de la Presidencia, había recibido un informe oficial que denunciaba un incremento inusual en las importaciones de la SI entre 2012 y 2013, que pasaron de 25.329 a 92.421 kilos. Parrilli se lo giró a Héctor Icazuriaga, pero no se presentó ante la Justicia. Recién ahora, dos meses después, en base a esos datos, el titular de la SI denunció a Stiuso y a los agentes de la SIDE supuestamente vinculados a las maniobras de importación. Pero dejó afuera a Sierra.

En noviembre, el diario Clarín había revelado que ese funcionario de la Aduana era dueño de una posada en Buzios y que acumulaba denuncias en Brasil por sus negocios turísticos no declarados. El Gobierno lo respaldó: Sierra sigue en un puesto jerárquico de la Aduana de la mano del subdirector general de operaciones aduaneras metropolitanas, Daniel Santanna. La salida de Carlos Sánchez, reemplazado por un hombre del riñón de Ricardo Echegaray, no modificó el escenario. De hecho, la Aduana está por lanzar un nuevo esquema de organización que refuerza el poder de Santanna y los suyos.