El gobierno se durmió en Neuquén y ahora depende del MPN

Le faltó pericia política para bajar al candidato que divide el voto del oficialismo provincial. La interna radical desfavorece sus planes.

Será un domingo de una atención política inusitada para una elección de bajo caudal electoral con respecto al mapa nacional. Sin embargo, por Vaca Muerta y su valor estratégico para los mercados y por la posibilidad que gane el candidato de Cristina, el gobierno y el sistema político estarán expectantes.

En el Gobierno comenzaron los pases de factura por anticipado. ¿Cómo la mesa chica no percibió que el radical Pechi Quiroga iba a quedar entrampado por el deterioro en la calidad de vida del sureño que suele siempre mirar al centro del país como el responsable único de sus males?

Además, ¿no faltó pericia política para enviar a un operador apto y bajarlo de la competencia al ex gobernador Jorge Sobisch?

En 2006 los dos bigotudos, ya que el actual presidente los exhibía orgulloso, fueron aliados para comenzar a gestar un alianza anti kirchnerista. Para esa época, era tan afilada la relación personal entre ambos que el neuquino le regaló una caña de pescar para sus paseos por el lago Nahuel Huapi.

Macri nunca la usó, pero ahora debería haber apelado a su memoria de saber que a veces en política bajarse del pedestal y hacer una llamado telefónico soluciona males peores.

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Sobisch regresó con una esquema de voto bronca y dividirá el ecosistema siempre pulido del MPN, al que pertenece pero virtualmente sacó los pies del plato.

Si eso termina haciendo ganar al candidato de Cristina, Ramón Ríoseco, habría un clima de velorio el lunes en la Rosada, y lo peor otra incertidumbre con el dólar.

En una semana, la interna radical en Córdoba, que tampoco pudieron evitar, puede tener une feto demoledor para la salud de Cambiemos. Un radical que integra el gabinete lo puso en estos términos:” quienes pensaron que Ramón Mestre iba a ceder a cabo de nada no conocieron al padre de este. Es cabezón y maneja el aparato del partido en la provincia”. Schiaretti es el único beneficiado entre los radicales que se despluman pero a mediano plazo esa ruptura y otras derrotas del oficialismo nacional harán inevitable un quiebre en Cambiemos.