El golpe a La Salada y la estrategia política de Cambiemos

Y un día cayo El Rey de la Salada, Jorge Castillo. Fueron 30 allanamientos, secuestro de armas, y hasta un confuso intercambio de disparos que le causó una herida en la cara un oficial del policía. Tres uniformados, uno de la federal y dos de provincia, fueron detenidos también como parta de la red de complicidades, en una suerte de estado paralelo situado en el partido de Lomas de Zamora.

El fiscal General de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, indaga el sistema extorsivo de recaudación a los puesteros ilegales, unos 800 pesos por día por puesto.

Al caso no le faltan ingredientes ya que Castillo y sus muchachos ofrecían un servicio de seguridad a los puesteros combatiendo las mecheras, mujeres que robaban ante la masividad de las ofertas del predio y espantaban clientes.

La Salada se conformó con la crisis de los 90, casi 20 años de “éxitos” y miradas políticas distraídas o protectoras. ¿Por qué ahora?

Detrás de cada nicho de corrupción siempre hay una denuncia de Elisa Carrió. Hace tiempo que Lilita vio en La Salada y en este personaje una caja negra de la política y la policía bonaerense.

A los permisos de funcionamiento a puestos ilegales, se le agrega narcotráfico y piratería del asfalto. Lo puso todo en un documento que entregó a la gobernadora Vidal y al vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador. 

El procurador Julio Conte Grand esperó el día y la hora señalada para el mayor golpe de efecto. Si a la corrupción se la combate y además sirve para la campaña, vale doble.

Carrió no omitió en esta denuncia el posible vínculo del intendente de Lanús, Néstor Grindetti (ex ministro de Macri en la Ciudad), y parte de su Gabinete, con los manejos policiales.
Según la fundadora de la Coalición Cívica, una resolución judicial sospechosa, firmada en abril de 2015, hizo que todas las causas de La Salada recayeran sobre un mismo fiscal.

Se trata de Carlos Román Baccini, ahijado del juez federal de Morón Jorge Rodríguez. Y esa decisión, según la hipótesis de Carrió, se tomó con el fin de “capitalizar el entramado policial y político”.

A Insaurralde, notorio partícipe necesario en el acto de Sarandí con Cristina, se le pidió colaboración. El jefe comunal, visiblemente golpeado por la ola de inseguridad, no quiso agregarse una mancha más y le soltó la mano a Castillo.

A la vez, la red mafiosa incluye una línea de la barra de Boca, Marcelo Fabián Aravena, alias “Marcelo de Lomas”, líder de la facción “disidente” de “La 12”, peleado con Di Zeo.

Castillo quedó preso en la unidad penitenciaria de Lomas. Lejos quedó su desopilante viaje a Angola en la delegación comercial que llevó Guillermo Moreno. En la radio que tiene La Salada en Palermo Hollywood la noticia nunca se dio.