El “jornalero” de Cristina teme una mala primavera

Una anécdota pinta de cuerpo entero el momento político que vive Amado Boudou, dentro del gobierno, pese a que sigue en su cargo. En la pasada cena de camaradería de las Fuerzas Armadas, el vice presidente debía estar en la mesa con la primer mandataria. Ceremonial de la Rosada obligó a su par de los militares a sacar el cartelito con su nombre y mandaron a Amado al final del salón, donde las cámaras de la transmisión oficial nunca llegarían. El ninguneo es constante, y en el entorno de la presidenta ya lo llaman“el jornalero de Cristina”, ya que hoy está, mañana no se sabe. Hace unas semanas atrás un consultor lo escuchó renegar en su despacho del Senado. Sabe que Setiembre será un mes clave en su peregrinar por Comodro Py. Le contó su fastidio por no poder caminar tranquilo por las calles y concentrar todo su tiempo en reuniones con abogados, sin armar política. Para esa preocupación ni un mago tiene la solución. Boudou lleva acumuladas unas 58 causas, entre las centrales, conexas y menores.