El objetivo es Don Julio

miraDetrás de la investigación de la Afip al polémico árbitro Pablo Lunati, está el objetivo del gobierno de empujar una salida del eterno Julio Grondona. Lunati es un protegido de Don Julio. Pese a que es uno de los árbitros más sospechado, siempre lo bancó. Ahora el gobierno quiere imprimir un cambio de caras en la AFA, ante su manejo del Fútbol Para Todos. No tolera que el capo del fútbol esté tramando su línea sucesoria de confianza. La Afip, encabezada por Ricardo Echegaray, encontró fuertes distorsiones entre la declaración jurada del árbitro y sus bienes patrimoniales. La sospecha es que recibió coimas para arreglar partidos. El organismo le mandó una nota a Grondona para que lo suspenda mientras sigue la investigación. Lunati siempre se defendió de las sopechas diciendo que tiene otros emprendimientos, fuera del manejo del pito, como negocios inmobiliarios y lavaderos de auto. En 2009, el Presidente del Colegio de Arbitros de Mendoza, Pedro Castellino, ya lo había señalado sin miramientos: “Tiene un auto de 80 mil dólares. El arbitraje no da para eso”. El sueldo de un árbitro tiene un tope de 30 mil pesos por mes. Alguna vez Lunati declaró sobre Grondona: “Es mi jefe, no puedo objetar sus declaraciones ya que está hace muchos años en el fútbol”. La embestida por “transparencia”” en el fútbol podría llega a otros árbitros en actividad y otros retirados, como el ahora dirigente del Pro Héctor Baldassi.