El oficialismo está muy complicado con el quórum pero insistirá en enjuiciar a la Corte

Intentos desesperados por mantener el núcleo duro alerta. Hay gobernadores que dan señales de distanciamiento.

Referentes del bloque oficialista y de la oposición miran el 23 de enero como el primer round de la campaña electoral, inmersos en un Parlamento congelado por la grieta.

La convocatoria y el temario propuesto por el Poder Ejecutivo Nacional abarca 17 iniciativas para el período extraordinario con pretensiones urgentes en el abordaje de temas económicos, educativos y sociales. Massa está muy preocupado por el juicio a la Corte. Fue presionado para apoyar la movida aunque no la milita activamente. El ministro pretende que tenga prioridad la agenda económica y se busque con la oposición un mínimo de consensos.

El año pasado la extraordinarias quedaron obturadas por lo que en las actuales circunstancias, con mayor voltaje confrontativo, parecen muy lejanas las posibilidades de quórum. El oficialismo trabaja en solidificar el núcleo duro e ir sumando legisladores de Río Negro y Neuquén. A la vez, se siguen de cerca los gestos de distanciamiento que se advierte en otros diputados peronistas, por ejemplo de la provincia de Santa Fe. El gobernador Omar Perotti pegó el faltazo a la última cumbre convocada por Alberto. Sus espadas legislativas expresan el hastío sobre un gobierno que se dice federal pero toma temáticas solo del AMBA.

 

Masa lanzó en paralelo una recompra de una parte de la deuda externa por mil millones de dólares . Una medida muy técnica pro mercado que va a generar cierto stress en la coalición gobernante.

 

El quórum está en duda. En el mejor de los casos, el Frente de Todos podría sentar a 127 diputados, restándole dos para conseguir la llave de apertura del debate. Ni hablar de la exigencia de las mayorías especiales que se requieren para enjuiciar a los cuatro miembros del Alto Tribunal.

A la materia sensible de la Corte, se agregaron las declaraciones del gobernador ala dura, el chaqueño “Coqui” Capitanich, quien sugirió que el presidente debería comenzar a gobernar por decreto. Voces cercanas al presidente aseguan que ese sería un límite que el titular de Balcarce no pretende traspasar
Alberto, de todos modos, insistirá con el debate político por la reforma a la justicia. Sabe que por esa vía se garantiza cierta contención al kirchnerismo , por ahora con una Jefa por afuera del modo electoral , y por otro lado las noticias de la economía están siendo refractarias a un discurso pro positivo.
Masa lanzó en paralelo una recompra de una parte de la deuda externa por mil millones de dólares . Una medida muy técnica pro mercado que va a generar cierto stress en la coalición gobernante.
La campaña navega por aguas turbias y previsibles. Unos acusando al gobierno de querer llevarse las instituciones por delante y el oficialismo apuntando a opositores como “golpistas”. Así al Congreso le queda ser solo una caja de resonancia de estos relatos.