El peronismo prepara un laboratorio electoral para fórmula única en Provincia

El tema preocupa a Vidal. Massa es el principal impulsor. Si se larga, habrá discusión jurídica.

El peronismo siempre encuentra un conejo en la galera para reinventarse e ir a la toma de poder. Ahora, trama un laboratorio electoral en la “batalla de todas las batallas”, a partir de la construcción de una fórmula única en la Provincia en la que se cuelguen distintos candidatos a presidente.

Massa es el principal constructor de este camino y ya inició conversaciones con Cristina. La idea es unir todo en un distrito clave, la provincia de Buenos Aires, y mantener las diferencias en lo nacional. Es decir, Alternativa Federal y Unidad Ciudadana seguirían su competencia, poniendo bajo una campana de cristal la lucha por destronar a Vidal.

La gobernadora alertó a la Rosada de esta plan del peronismo, ya que Macri navega sobre el control del dólar y el descontento de los radicales con la coalición.

Un camino que había cerrado Néstor, lo volvió a abrir Cristina cuando en el año 2011, vía decreto 443, estableció: “En las alianzas puedes establecerse  acuerdos de adhesiones   de boletas de diferentes categorías para las elecciones generales, con otras fuerzas políticas no integrantes de la alianza”.

El esquema es similar al que ya se probó en elecciones como las que llevaron a gobernador al radical Gerardo Morales, donde abajo de él se colgaron Cambiemos y Massa.

Este ejemplo es el que anotan en el departamento legal del PJ para defender la iniciativa ante las impugnaciones seguras de la actual gobernación bonaerense.

Para esto no se descarta un decreto de Macri, anticipatorio, que modifique el anterior decreto de Cristina.

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Igual, la movida tiene una primera instancia de resolución política. Aún Cristina duda sobre el convite de Massa, que parece el primer beneficiario de la unidad plena en la provincia, ya que es su último bastión de resistencia al ir fracasando su proyecto presidencial.

Massa quiere llevar en la fórmula, como segunda,  a su esposa Malena Galmarini. Arriba un intendente como Martín Insaurralde.

¿Qué le cerraría en este esquema a Cristina? Debería bajar como candidato a Kicillof. A cambio le dejarían meter a su hijo y otros K en los primeros lugares expectantes de la lista.