El PRO en problemas con el voluntariado para controlar la elección

En la provincia de Buenos Aires trabaja contra reloj. Apatía en sectores juveniles que antes se sumaban al control.

¿Quién cuidará las boletas en la provincia de Buenos Aires?  Es la pregunta de siempre con la complejidad que tiene el sistema de boletas sábanas. El PRO venía mostrando una fortaleza territorial con jóvenes militantes o independientes que se ofrecieron como voluntariado desde la victoria de Vidal como gobernadora. Esto ha mermado en las posibilidades objetivas de una apatía general que muestra por ahora las elecciones legislativas.

Los fiscales partidarios son un actor clave el día de la elección: cuidan las boletas y los votos de sus respectivos partidos. En la Argentina, la provisión de las boletas electorales y el control del acto electoral en los lugares de votación dependen de los partidos políticos.

Ya se habla de restringir el uso de fiscales que superen los 55 años, por ser grupo de riesgo, y no se sabe si tendrán las dos dosis aplicadas. Por eso, reclutar jóvenes es la misión por estos días previos a las PASO.

Si un partido no consigue distribuir sus boletas o no puede reponerlas cuando faltan, los candidatos de ese partido no estarán disponibles en el cuarto oscuro y los electores encontrarán una oferta electoral incompleta. Y al hacerlo, se controlan mutuamente.

El empuje de intendentes como Jorge Macri (Vicente López),  Diego Valenzuela (Tres de febrero) y Néstor Grindetti (Lanús) fue modificando las caras de la responsabilidad de esos controles, desplazando a dirigentes que le respondían directamente a Mauricio o Vidal.

En el caso del intendente de Vicente López, mandó al control de la elección al apoderado César Torres, un hombre de mucha experiencia proveniente del peronismo.

Fueron desplazados de esa complicada tarea Pablo Clusellas y Pablo Torello, quienes responden al ex presidente.

La elección pandémica estará plagada de nuevas normas y restricciones. Aún no está protocolizado pero ya se habla de restringir el uso de fiscales que superen los 55 años, por ser grupo de riesgo, y no se sabe si tendrán las dos dosis aplicadas de vacunas. Por eso, reclutar jóvenes es la misión por estos días previos a las PASO.