El tirón de orejas del Perro a Alberto

Sin anestesia. Detrás de una primera sonrisa cómplice llegó el latigazo. Horacio Verbitsky le avisó que lo iba retar y así lo hizo. Comentó que le pareció imprudente que el primer mandatario abrazara a las personas en actos cuando él está pregonando el cuidado con la distancia social.

Alberto tomó la “recomendación” y aceptó que estuvo mal su comportamiento pero se justificó de alguna manera diciendo que “se hace muy difícil cuando hay gente que espera tantos años que se haga algo por ellos”.

El Cohete a la Luna continuó con el reportaje, y le aplicó una observación crítica al precio de los alimentos. El Perro le concedió que la dependencia cultural sobre el dólar no es un problema exclusivo que afronta este gobierno.

En otra bajada de línea editorial en medio del reportaje, el ex Página 12 remarcó que “existen grupos concentrados que quieren desestabilizar al gobierno”.

Sorprendió que el periodista preferido de Cristina le introdujera el nombre de Lavagna en la discusión. “¿Qué piensa de lo que está pasando?”. Alberto volvió a valorar los consejos del ex ministro de economía de Duhalde y Néstor.

Ambos coincidieron que hay una obsesión de los analistas por involucrar en cada acto de gobierno o crítica a Cristina.

Otro momento de clara tensión fue cuando el periodista K llamó al gobernador de Jujuy “el Trump de la Puna”. Alberto se mostró sorprendido e incómodo dado que mantiene con Gerardo Morales una relación muy fluída. “Ahora defendelo…”, desafió el entrevistador.

El caso Venezuela y las claras contradicciones que despertó en la coalición gobernante fue sobrevolada sin sobresaltos.

Coincidieron en la necesidad de una reforma judicial, aunque en el Congreso aparece virtualmente congelada.

El encuentro de Verbitsky con el presidente generó todo tipo de controversias. Para la periodista Laura Di Marco, Verbitsky es “el gran influencer del proyecto de CFK”.