Elogios para Sol Pérez tras su columna en Perfil

La conductora debutó y se llevó todos los elogios.

Sol Pérez debutó como columnista en el diario Perfil y levantó elogios de propios y extraños. Uno de ellos fue David Kavlin, el mismo periodista con el que tuviera un entredicho la semana pasada. “Demostró que es pensante y reflexiva”, indicó Kavlin. También Florencia Etcheves destacó su trabajo y dijo: “Resulta que Sol tiene una cabeza más linda que su culo. Y eso es mucho. Aplausos”.

Bien podría decirse que fue un auspicioso debut de la ex chica del clima en los medios.

Para confirmar su buena participación, Sol Pérez también estuvo en Intratables, donde otra vez recibió buenas consideraciones y se llevó todos los aplausos.

La columna de Sol Pérez

“Un niño de apenas 9 años que ingresa a un comercio a punta de pistola resulta ser la expresión más cruda de una realidad que aterra, no solo en lo relativo a la seguridad y el derecho de propiedad, sino también en términos humanitarios. Es la punta del iceberg de lo que, dejando cualquier tipo de ideología de lado, supone una de las manifestaciones más desgarradoras de un Estado hace décadas ausente y de una sociedad que mira hacia un costado incluso, me atrevo a decir, involuntariamente.

A contramano de esta opinión encontramos a quienes desde una visión teórica y alejada de lo que resulta evidente para nosotros, el resto de los ciudadanos, se rehúsan a hacer mea culpa y están aferrados a la negativa de preguntarse “¿En qué fallamos?”.

Esa falta de interés puede originarse, especialmente entre los jóvenes, por la lamentable y creciente ausencia de la idea de progreso. Se trata de aquel motor intangible con el que podrían contar nuestros padres, conscientes de que con esfuerzo y profesionalismo no resultaba utópico comprar su vivienda propia y ser retribuidos con un salario que se encuentre por encima de la canasta básica.

Por esta razón es que me pregunto, sin quitarle al hecho delictivo la gravedad que amerita, si es posible que el menor que lo cometió considere otra salida a la “subcultura” en la que se encuentra inmerso. ¿Cómo podría ese “marginado” hacerlo cuando encontramos a diario profesionales desempleados, estudiantes que deben abandonar sus carreras y aunque, en diferente grado, posiblemente sientan el mismo nivel de exclusión que aquel niño con el arma?

Esa realidad que se acentúa con rapidez no nos puede resultar indiferente a quienes tenemos la fortuna de encontrarnos insertos en un sistema que lastima con semejante intensidad a tantos otros.

Llama la atención cómo públicamente hay quienes justifican esa indiferencia social, basados en una “superioridad moral capitalista”, lo que resulta por lo menos peligroso, teniendo en cuenta que tales “valores morales” han sido el argumento más fácilmente utilizado para justificar medidas que llevaron a profundas crisis sociales, humanitarias e institucionales, a lo largo de la historia en el orden nacional e internacional.

Ante ello surge una nueva incógnita: ¿Cuál es el valor moral que se defiende en un “sálvese quien pueda”, que se asemeja más a los juegos del hambre que a un Estado que persigue el bienestar de sus ciudadanos, con independencia del modelo económico capitalista o socialista del que se trate? Expresar nuestra opinión sobre la cruda realidad social que atravesamos, la cual resulta tangible y se encuentra materializada en el hecho de actualidad con el cual se inicia la presente columna, es nuestro derecho, teniendo en cuenta además que pone en jaque nuestra responsabilidad social sin resultar relevante cuál sea nuestra profesión, sexo o nivel académico”.