En el arranque, Mónica Gutiérrez no pudo vencer a Verónica Lozano

El magacine debutante en el 13 se pareció bastante al de Mariana Fabbiani pero recargado de policiales.

Todo programa debutante tiene un tiempo de ajuste en el camino. Siempre con la salvedad que se trata de la tiranía del minuto a minuto de la TV. Seguramente, el ofico de Mónica Gutierrez permitirá dar pelea en la tarde frente a una Verónica Lozano, en Telefé, muy consolidada en esa franja horaria, pasado el mediodía.

La primera emisión tuvo una recarga de cierto amarillismo. Se hizo una autopsia en vivo sobre un muñeco, el caso del femicidio de Olavarria apuntó al efectismo del llanto del papá de la víctima, y la conductora estuvo muy invasiva en los reportajes, como por ejemplo la nota de mayor impacto frente al Peppo.

“Manejabas tomando vodka y tenías restos de cocaína”, acorraló al entrevistado que se quedó sin palabras.

El ciclo no rindió lo esperando en rating, arrancó con un pico de 5.8 y se desplomó con el correr de los minutos perdiendo todo el tiempo al aire frente a “Corta Por Lozano”, el magazine de Telefe

La destacada periodista dejó América, donde era conductora del noticiero, para comenzar una nueva etapa en el 13. Su staff es bastante parecido al que tenía Mariana Fabbiani. Se repiten Ricardo Canaletti o Dr. Enrique De Rosa, quien se transformó en un opinólogo de todos los casos policiales.

La productora del “nuevo programa” es Mandarina, que lidera el marido de Fabbiani. Cualquier parecido con el plantel anterior no es pura casualidad.

Como todo magacine agrietado, Crónicas de la Tarde corre sobre juicios de valor y deja de lado las preguntas que los periodistas deben seguir haciéndose sobre los casos que conomocionan y siguen impunes.

El ciclo no rindió lo esperando en rating, arrancó con un pico de 5.8 y se desplomó con el correr de los minutos perdiendo todo el tiempo al aire frente a “Corta Por Lozano”, el magazine de Telefé. Ambos programas tienen agenda policial y en la cornisa del “amarillismo”, pero la cintura de Mónica tiene crédito para hacer la diferencia.