En el día de su cumpleaños: ¿Qué separa a Carrió y Macri?

La líder de la CC no habla con el presidente. Está distanciada y ve cosas adentro que no le gustan. Por ahora no rompe.

62 velitas soplará Elisa Carrió y en la Rosada esperan que su fiesta sea sin una denuncia de regalo. Lilita está muy enojada con el presidente Macri con quien no habla desde que dijo: “Nosotros somos Cambiemos pero no somos corruptos”.

Carrió utilizó este fin de semana su cuenta de Twitter para enviar un saludo por las fiestas, el cual acompañó con una foto donde se la ve rodeada de referentes del oficialismo, como la gobernadora Vidal y Peña. “Estamos todos trabajando juntos. Un beso grande y feliz Navidad!!“.

Habrá dos reuniones con la cúpula de Cambiemos en las que se tratará de aplacar las aguas turbulentas de fin de año. Por ahora, los contactos cruzados descreen que Lilita se muestre con Macri, quien sigue descansando en Villa Langostura.

Hubo dos enfoques diferenciales en el Mundo Carrió. Primero, cree que la agenda anticorrupción de la alianza ha quedado trunca con algunos casos que hacen interferencias en los juegos de roles entre lo público y lo privado. Bastante se tuvo que tragar el sapo del blanqueo de capitales que hicieron amigos de poder vía decreto presidencial. El juego, Vaca Muerta y la ANSES son zonas de riesgo en la relación de los dos aliados.

Carrió cumple al pie de la letra su perfil de fiscal intra muros, como garante de la prueba de la blancura que el gobierno dijo venir a cumplir. En ese contexto, se toma breves pausas en sus peleas pero no olvida. El enemigo interno preferido sigue siendo Daniel Angelici. En el debate anti barras quiso dedicarle un párrafo en el articulado de la ley que finalmente resultó trunca y derivada a comisión.

El segundo enfoque es de estrategia electoral. Carrió absorbe quejas permanentes de ninguneo en las conversaciones sobre candidatos potenciales del ARI que son obturados por el Pro. Salvo en ciudad, donde sigue articulando con Larreta, otros casilleros hacen ruido.

En el interior del país la batalla de espacios es cuerpo a cuerpo, y el empuje se comparte con sus socios de la UCR, que pretenden hacer valer la chapa histórica de partido centenario.

Carrió amenaza con jubilarse y medir la política más desde el llano. Por momentos agotada de una prédica que tiene fieles y muchos desencantados. El camino de ser oficialista y fiscal anticorrupción tiene un desfiladero muy finito.