En River nadie se salva del escándalo de las entradas

Y un día explotó la bomba. Pasaron apenas siete días desde que terminó su mandato, y Daniel Passarella no tiene respiro. El escándalo por la reventa de entradas le generó un nuevo dolor de cabeza y el pedido de detención para el Kaiser y varios ex dirigentes de su gestión están al caer. La causa investigada por José María Campagnoli, quien pidió allanamientos en el club de Núñez, y en los domicilios de Passarella y Turnes, de algunos policías y varios barras por la supuesta estafa, está en su punto máximo. Y revela la connivencia entre todas las partes que dejaron en más de una oportunidad a los hinchas de River sin sus entradas. Las escuchas telefónicas comprometen a muchos. Turnes, el ex vicepresidente, está involucrado por los mensajes de texto que intercambió con los capos de la barra. Y a Rabuffetti, ex vocal, se lo escucha negociar las entradas con los violentos e informando a Passarella de la situación. Si algo faltaba para que el escándalo sea mayúsculo era la palabra de un barra. Y la investigación ofrece el testimonio de Matías Goñi, uno de los líderes de los Borrachos del Tablón, en la que se ufana de decir que “mientras esté Cristina, no nos pasa nada”, y se lo escucha cuando cuenta que tiene que ir a Olivos para retirar dos banderas, que la hinchada de River desplegó en el Monumental durante un partido de la Selección. Una era a favor de Cristina. La otra, era un homenaje a Julio César Chávez. Tarde o temprano iba a suceder. ¿Hasta dónde se llegará?