Entre celulares apagados y denuncias, Massa define su futuro

La reunión de Massa con los dirigentes que le quedaron tuvo ribetes de película de suspenso. Ni bien llegaron al Hotel Bella Vista, en San Miguel, a todos los participantes se les hizo dejar el celular en una mesa, para evitar filtraciones. Massa hizo cierta auto crítica y en la mayoría primó el desaliento. Se escucharon, entre los 40 oradores, a algunos que ven la mano negra de un supuesto pacto ScioliMacri, para “sacar de la cancha a Sergio”. El otro gran tema es cómo seguir sin financiamiento. Ahí apareció

Alberto Roberti para solo pedir que su esposa, Mónica López, siga con chances para competir por la gobernación. Faltaron el intendente de Arrecifes, Daniel Bolinaga, y el de San Martín, Gabriel Katopodis, y no faltarán muchos días para que aparezcan en una foto con Aníbal Fernández o Wado De Pedro.

Además, al mismo tiempo rajaron los dirigentes de Lomas de Zamora, que de la mano de los Mercuri (padre e hijo) abrazan la causa de Macri, alentados por Emilio Monzó. En la catarsis de San Miguel, se iban apagando las luces como en aquel fatídico 2002 de el Adolfo. El aliciente era “quedaron los amigos”. Todo un descubrimiento que en la política quedan amigos y que además Massa los tiene.