Entre Maldonado, la corrupción, la economía y el futuro se va a las urnas

Son 4 ejes que cruzaron con diferente intensidad una campaña muy gris, de las peores que se recuerde. El gobierno y Cristina en una pulseada de fin de época.

La campaña fue languideciendo por sus propias deficiencias y elementos externos que pegaron de plano en el ánimo de los argentinos. La Grieta volvió a las redes sociales ante asuntos muy delicados como la vida y la verdad sobre una muerte.

Santiago Maldonado ya es un cuerpo identificado en una morgue. Los consultores se atajaron por las dudas: “Si hay un mínimo efecto se verá en la provincia”. El análisis sirve de cobertura ya que esa elección es el único misterio de este domingo, donde en el resto del país Cambiemos marcha seguro.

Un punto, y hasta medio, es igual a un triunfo. Solamente la diferencia puede marcarse en el marco de una madrugada que promete ser larga.

El Gobierno tiene las antenas puestas en garantizar la paz del comicio. Los Gendarmes formarán parte de los más 100 mil efectivos de fuerzas de seguridad desplazados en todo el país. Sobre Gendarmería habrá un cuidado especial en distritos sensibles al caso Maldonado.

La Corrupción fue el caballito de batalla del oficialismo. Si bien actuaron los jueces federales de Comodoro Py, a nadie escapa que ahora los jueces reciben el aliento y la data de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

Cristina lo focalizó en estas palabras, durante una de las desopilantes entrevistas: “En el Día de la Lealtad, Comodoro Py trabaja a destajo”.

Ella siempre estuvo al borde del precipicio y seguirá acumulando controversias cuando intente asumir la banca, ya segura, en el Congreso. Por esto, no es lo mismo para la ex mandataria y su defensa política salir primera que quedar segunda detrás de Esteban Bullrich.

La economía tuvo intensidades diversas en los discursos. Estuvo abroquelada en Unidad Ciudadana, llevando en las Paso a “ciudadanos comunes a quejarse del ajuste”. Sin embargo, por el consejo del psicoanalista Jorge Alemán, quien está radicado en Cataluña desde los 70, el cambio fue peronizar el discurso y desempolvar los símbolos del PJ.

Es que la pequeña diferencia se pelea en la Primer y Tercera Sección electoral. Si menos gente vota, menos chances tendrá el gobierno, que trató de quitarle dramatismo a las amenazas de bomba en los colegios de la provincia de Buenos Aires.

Por último, el futuro parece encarnarlo Macri y Vidal. Hubo pocas muestras en la campaña de solventar esta imagen con una idea de proyecto a 20 años. El pasado y sus fantasma parecen haber dado un rédito fácil para pasar por ventanilla.

Las terceras fuerzas en disputa fueron los perjudicados de esta polarización. Pretenden, de mínima, no seguir perdiendo votos en el camino.