Esta cara le suena al gobierno por la causa Nisman

Se trata de Diego Lagomarsino, un especialista informático que trabajaba a disposición del fiscal Alberto Nisman. Fue quien reconoció, ante sede judicial, que le aportó el arma Bersa calibre 22, que aparece en la escena del crimen. Según varias fuentes, entre ellas la diputada porteña Graciela Ocaña, este joven que vive en Banfield, pero ahora esta oculto en un hotel, estaría vinculado a

los servicios de inteligencia. La fiscal Viviana Fein, lo observó muy nervioso y aflijido, en su declaración. Según publica el periodista Raúl Kollmann en el diario oficialista Página 12, Lagomarsino tenía un sueldo de 40 mil pesos mensuales y tenía dedicación full time.

El “préstamo” que le hizo del arma a Nisman podría configurar un delito, según el Código Penal. Su nombre es seguido muy de cerca en la Rosada, y en el ámbito judicial se dice que su situación es complicada. La versión indica que Nisman habría recurrido a la ayuda de Lagomarsino, tras recibir un llamado intimidante. Hoy la fiscal confirmó que Lagomarsino “iba seguido a la casa del fiscal”.