EXCLUSIVO: El gobierno le dio a Toma un premio consuelo porque no lo quiere en la AFI

El ex titular de la ex Side, Miguel Ángel Toma, quería asumir un rol importante en la nueva Side pero no consiguió respaldo. Como premio consuelo asumirá uno de los cupos de dirección del Estado en la empresa líder en la obra pública, Techint.

El “premio consuelo” es interesante. Toma cobrará un sueldo superior a los 200 mil pesos.

Según un decreto no derogado por el gobierno de Macri, el estado debe tener 3 directores del estado en las empresas privadas, que participan de las Asambleas de accionistas como parte de la Anses.

Siderar ( Terchint) tuvo en tiempos del kirchnerismo al polémico ministro de Economía
Áxel Kicillof como director del Estado, muy resistido por los empresarios.

Son otros tiempos. Ahora el macrismo es bienvenido en la mayoría de las empresas aunque en este caso, la figura de Toma y su perfil de “espía” genera cierto ruido.

Su intento de influir en la nueva SIDE (AFI) fracasó. Tiene línea directa con varios agentes clave y su relación con Stiuso, quien dicen no se fue totalmente, es reconocida. Sin embargo, los dos políticos que puso Macri a cuidarle las espaldas en la calle 25 de Mayo, no quisieron saber nada de tenerlo cerca.

El número uno es Gustavo Arribas, muy amigo del presidente, a quien conoció en el mundo del fútbol. Expediente pudo saber que Macri le había prometido el manejo del Fútbol Para Todos, pero cuando se sentó en el poder recapituló y lo puso en el manejo de la AFI.

Este hombre ahora debe acostumbrarse a tocar delicados botones, para eso es secundado por una mujer con experiencia en los organismos de seguridad, Silvia Majdalani, cercana a Angelici.

A los nuevos jefes no les tiembla el pulso para hacer cambios: en los últimos dias hubo varios despidos en la AFI. También se dieron cambios en la parte de comunicación.

Volviendo a Toma, le jugó en contra para sus pretensiones la ligazón con muchos de los despedidos de la agencia y el padrinazgo que siempre ejerció hacia el actual Ministro de seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. De todas manera no se quedó con las manos vacías.