El Papa recibió a un grupo de peronistas y volvió a impugnar a Massa

Fue una reunión secreta antes de la movilización de Moyano. Francisco los alentó a reorganizarse, pero puso reparos.

El Papa sigue gambeteando la visita a la Argentina pero su agenda tiene una Argentinidad al palo. El encuentro con un grupo de peronistas que lo vieron, 30 días atrás, dejó mensajes trascendentes en la botella de la comidilla política.

La mirada de Francisco es ayudar al peronismo a reorganizarse. Quiere una oposición fuerte y alerta en lo social. La reunión se realizó semanas antes de la movilización convocada por Moyano. ¿Quienes vieron en Roma a su Santidad?

Uno fue el coordinador del grupo heterogéneo de peronistas: Eduardo Valdéz fue embajador argentino del Vaticano y custodia el acceso directo con su Santidad. Al avión se subieron Alberto Fernández, Juan Grabois, Gustavo Vera y Aldo Carreras, ex integrante de Guardia de Hierro y amigo personal del Papa.

Dos de los visitantes en Roma, Grabois y Vera, adquirieron notable protagonismo en el palco de la protesta de los Moyano. Según cuentan los voceros no oficiales del encuentro, al Papa le preguntaron sobre sus gustos personales, y no quiso adelantar nombres aunque se habría ocupado de dejar en claro sus límites: hizo un gesto de impugnación a Massa.

Siguen siendo un misterio los reales motivos por los que existe esta relación espinosa. Versiones varias. Lo cierto es que Massa es casi el único referente del peronismo, de las primeras ligas, que no tuvo acceso a Francisco desde que es Papa. La cuestión parece remontarse al tiempo en que el ex intendente de Tigre era jefe de gabinete del kirchnerismo. Néstor y Cristina lo habían lanzado a operar contra él. Intentaron correrlo para poner un hombre propio, Oscar Sarlinga, un ultramontano.

Otras cuestiones trascendieron del particular cónclave. Por ejemplo, Francisco alienta a profundizar cambios en la Iglesia argentina para que esté a la altura de los problemas sociales. Piensa que el relevo de Monseñor Héctor Aguer, ultra conservador, debe ser el Padre Pepe, referente de los religiosos villeros.

Misionero de los pobres, pasó  la villa 21-24 , Zavaleta y actualmente La Cárcova. Su posible designación como obispo podría causar un nuevo sacudón en la relación gobierno-Iglesia , en franca tensión con la apertura del debate por la despenalización del aborto.