EXCLUSIVO. Impulsan la “Ley Vaca Muerta”

Un grupo de empresarios y operadores del sector energético quieren un compromiso de los partidos políticos y candidatos.

El trabajo se está haciendo en silencio y con la paciencia de las hormigas. Comenzó a parir en el círculo de algunas conversaciones en el coloquio de IDEA, realizado como evento especial en Neuquén. Estuvieron presentes integrantes selectos del círculo Rojo, y hasta hizo un rápido aterrizaje el presidente Mauricio Macri.

Muchos empresarios recorrieron por primera vez la meca del futuro energético. Quedaron maravillados. Una cosa es la teoría y otra es ver in situ a los operadores, trabajadores y técnicos ofreciendo su sacrificio ante un páramo repleto, en sus subsuelos, de recursos naturales.

“No podemos permitir que la política arruine esta oportunidad única“, se dijeron de regreso en el largo camino de ripio y desolación.

Así surgió por parte de empresarios y especialistas del sector energético, como el Grupo Mosconi, la idea de propulsar un proyecto de ley que ponga bajo el paraguas un cúmulo de principios sobre lo que hay que defender para lograr una política de estado, en el único proyecto de desarrollo sustentable que tiene el país. Se le comenzó a llamar “Ley Vaca Muerta”.

Hay papers y borradores que ya llegaron a equipos técnicos de los candidatos a presidentes. Un economista que lo recibió, de equipo de Alberto Fernández, es Guillermo Nielsen.

Los impulsores de la Ley Vaca Muerta saben que sin consenso mínimo, de las dos fuerzas que pueden ganar en octubre, todo podría caer en saco roto.

La misión parece contra reloj, en un año electoral plagado de controversias, dificultades y sobre todo clima agrietado. El Congreso es una caja de resonancia de esas divisiones y será complicado lograr consensos mínimos.

SI no es por ley, a priori, se buscará la firma de un documento por parte de los candidatos que se suscriba en los debates presidenciales obligatorios.

Los puntos generales pasan por garantías a los futuros inversores, reglas de juego claras y continuas, al menos por los próximos 20 años.

Inclusive se recomienda alentar el nombramiento de funcionarios, en las áreas estratégicas, que tengan el perfil profesional competente y que se despejen los rumores de tomar el área como una caja política.

Hay dos ejemplos que inclusive permiten unir los dos gobiernos: el kichnerista y el Macrista. En los últimos 10 años compartieron el manejo de YPF Miguel Galuccio y el actual Miguel Ángel Gutierrez, de procedencias diferentes. Ambos llevaron adelante una transición ordenada.

Desde YPF se aportó información calificada sobre lo que seria necesario acordar como política de estado en Vaca Muerta.

Hay legisladores, de diversas fuerzas políticas, que piden conocer la reserva instalada en su máxima extensión en la provincia de Neuquén.

Hay solo una formación en el mundo con mayores recursos de gas no convencional que en Vaca Muerta y es la que se ubica en la franja texana.

La de máxima, en el plan de consensos, es aspirar a una ley que proyecte a 20 años una seguridad jurídica para las investigaciones, exploraciones y que sea receptiva de fuertes inversiones. Si no al menos un documento de buenas intenciones.

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El gobierno de Macri ha hecho de Vaca Muerta un adjetivo calificativo en todas las lineas de su discurso político, a tal punto de vaciarla de contenido.

Una hipérbole de la realidad concreta, en la que se esta parando el país y la alta complejidad del planeta, podría sumar nu a nueva decepción ante la gran oportunidad del paso a paso.

Quienes están día a día en el campo de acción, explorando recursos y proyectando futuro, preferirían mayor mesura.

En palabras del comunicador Jorge Lanata, quien se ha interesado en hacer investigaciones periodísticas en el lugar: “Vaca Muerta es una zanahoria que hay que seguir alimentado para que sea una realidad”.

La gran noticia de este año fue que haya zarpado el primer barco con gas licuado congelado desde Bahía Blanca a Emiratos Árabes. Estas primeras “buenas noticias” representan el 1 % del potencial que tiene Vaca Muerta.

Otro avance en la exploración y extracción de gas ha sido la instrumentación del modelo norteamericano de perforación con perforaciones horizontales, métodos mas seguros y de mayor rapidez de producción.

Para explotar en posibilidades se necesitarían recursos de inversión aproximados de 600 millones de dólares, en un arranque, que permita la edificación de un nuevo gasoducto.

Vaca Muerta tiene una crisis de crecimiento ante la falta de infraestructura del país. Hay una sobre oferta de gas que no se puede almacenar, para su futura exportación.

¿Quien pondría esos capitales si no hay certezas de como sigue la política jugando a partir del 2020?, se preguntan los impulsores de la ley Vaca muerta.

El economista, Ricardo Arriazu, razonó que la explotación de pozo va a un ritmo muy lento. Se debería llegar a perforar entre 25.000 y 35.000 pozos. Hasta ahora se perforaron 1.000 pozos y en el último año, unos 200. A este ritmo, son 150 años. Esto lleva a preguntarse por qué es tan lento.

Mas lento es el camino de los acuerdos políticos básicos. Vaca Muerta podría ser esa palanca en la que la Grieta haga una pausa.