Se puso en marcha el ajuste en la Biblioteca del Congreso

Había sido un pedido muy fuerte del presidente Macri. Recorte de gente, autos y jubilaciones anticipadas. Un cambio racional sin caer en el modelo de despidos de Télam.

Cuando Macri vio los números de la Biblioteca del Congreso le generó una úlcera. Casi un año después de su arremetida, comienzan a verse los cambios.

El gasto que generó la Biblioteca para el presupuesto vigente fue de 1959 millones de pesos, un 60 por ciento más que año pasado. De ese presupuesto, 90% se va en sueldos. Desde que asumió, la Dirección de la biblioteca el senador radical Juan  Carlos Marino, se propuso afinar la punta del lápiz sin producir ruido con el gremio parlamentario. Un ajuste que sea la contracara de Télam.

Las medidas que ya se comienzan a conocer son retiros voluntarios, no renovación de contratos, achique de la planta de automóviles de la dependencia (sacando a remate el 50% de sus autos). En total, de la Biblioteca dependen 5 móviles: 2 Volkswagen de lujo, 1 Sudan, una combi y un colectivo. Se desprenderán de los atos de lujo que supuestamente utilizaba presidencia del Senado.

El Gobierno pidió reducir el personal existente en 8% menos. Con el control biométrico que se instaló hace un mes, fue decantando quienes tienen tareas y quienes son realmente ñoquis. En torno al senador Marino son optimistas de lograr un ajuste sin costo social.

La radio del Congreso, merece un tratamiento aparte. Tiene 50 empleados y un par de programas al aire de bajísimo costo. La mayoría del tiempo pasan música. Hay una idea de reconvertirla en otro modelo de radio, más moderna.

En la resolución 128 del 1 de junio pasado se decide también suspender nuevos nombramientos ya sea en forma temporaria o permanente.

Al mismo, plantea suspender recategorizaciones. Una auditoría interna sigue evaluando competencias y posible nuevos recortes.