Facturas en la CGT

El almuerzo de los viudos de la CGT dejó mucho malestar interno. Los popes sindicales le recriminan a Hugo Moyano el no haberse plantado más fuerte ante Cristina tras fracasar los intentos de tener una porción importante de los cargos electivos en las listas de candidatos a diputados. “No deberíamos haber aceptado ningún lugar, o todos o nada”, llegó a espetar con dureza un referente en la cara del camionero. Resulta que Moyano quiso darle el gusto a su hijo Facundo, que hace rato tenía ganas de jugar en primera división de la política. Poco sirvió de consuelo, el tratar de conformarse con la idea de tener un posible vicepresidente amigo, como es Amado Boudou.