Figuretis, emoción y un cambio de actitud

figuretiLa ceremonia de consagración del Papa argentino tuuvo todas las tonalidades: no faltó algunos personajes de la delegación que llevó la presidenta que quisieron sobresalir. El caso del sindicalista de los taxistas, Omar Viviani, que solo le faltó empujar para sacarse la foto con el Sumo Pontífice. En la postal se ubicó siempre al lado de la presidenta e intentó codearse con la realeza de Holanda. Viviani es un habitué de Roma, ya que realiza cuatro o cinco viajes al año. Tiene parentela y negocios. Su presencia fue uno de los motivos por los que no viajó Moyano, quien replanteó su viaje tras el pedido de Francisco de austeridad. Mauricio Macri pudo acercarse a saludarlo acompañado de su esposa Juliana Awada, y contó que le dijo: “Cómo no me trajo a su hija Antonia”. A la presidenta se la observó muy emocionada y charló en varias oportunidades con Máxima. En la comitiva nacional se comentó el júbilo que se vive en la sociedad argentina y el cambio de actitud de la presidenta. Trascendió que el gobierno ya meneja encuestas, que indican la satisfacción por la figura de Bergoglio. El gesto de ditensión se vio reflejado con la incorporación a la comitiva de la ex Defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, intima del Papa y ferviente refutadora de la acusaciones que intentaron salpicar a Francisco por su rol en la dictadura. Cuando el Papa instó en la misa consagratoria a darse la paz, Cristina se acercó a Oliveira y la estrechó en un abrazo. La presidenta además se reunió con el Presidente  de la Conferencia Episcopal , Mon. José María Arancedo. CNN no se perdió detalle en la transmisión y en varias oportunidades desdobló pantalla con el discurso del Papa y la mirada atenta de Cristina.