Finocchiaro deja de ser el “indiscutido” en La Matanza

Alejandro Finocchiaro no deja de caminar La Matanza como “candidato” a intendente 2019. Sin embargo, en las últimas semanas sus chances se vieron debilitadas.

Hombre de carácter, no se deja inquietar por encuestas que llegaron al despacho de la gobernadora que indican su escasa intención de voto. Hoy sus chances de ser están más atadas al aliento de la Rosada que al timing con Vidal, que debió sacrificarlo como su ministro para dejarlo ir a Nación.

La Matanza, gobernada por la kirchnerista Verónica Magario, se plantea como el gran desafío a vencer en 2019. El vicepresidente del Consejo Deliberante matancero, Miguel Saredi, viene realizando un trabajo territorial muy valorado en la gobernación.

El que mejor mida será el candidato. Todavía hay unos meses para definir. No hay que descartar otro tembladeral en Cambiemos si es que Lilita Carrió quisiera imponer a su delfín, Toty Flores.

Vidal no pudo avanzar con su proyecto de dividir el Partido de La Matanza. La iniciativa es resistida por sectores peronistas. Los votos, del principal conglomerado de la pobreza urbana, son discutidos por la historia de pertenencia a la cultura peronista y ante datos económicos del gobierno macrista que siguen sin levantar la expectativa. Cambiemos no se puede dar el lujo de improvisar un candidato.

En tanto, Finocchiaro se atornilla en el Ministerio, en pleno conflicto gremial docente, tratando de disipar una interna impensada meses atrás. Hay sectores del gobierno que lo quieren correr para que vuelva a esa cartera el ahora senador, Esteban Bullrich.

Más allá, que el ex ministro quisiera firmar ya su pase porque no se haya en la Cámara Alta, el asunto pasa a ser de charlas de estado ya que la mesa chica entiende que con Pichetto hay que tener en el Senado un interlocutor de peso. ¿Quién sería? José Torello, casualmente suplente del senador de apellido ilustre.