Fontevecchia quiere hacer un debate por la Conadep del periodismo

El Director de Perfil se propone generar un fuerte debate en torno a la causa que sustancia el juez Ramos Padilla y que derivó en una Comisión de Verdad , liderada por el Premio Nobel, Pérez Esquivel, que pretende señalar el comportamiento de periodistas que utilizaron como fuente de sus notas al polémico espía Marcelo D’Alessio.

La divulgación de varios periodistas, en esa lista confeccionada en la Comisión que opera en La Plata, generó una fuerte preocupación en entidades periodísticas sobre si se trata, el caso testigo, de ir preparando una atmósfera de cercenamiento a la libertad de expresión.

Fontevecchia llamó a debatir este asunto a Daniel Santoro de Clarín y Eduardo Valdés, el amigo del Papa que apareció en grabaciones de la denominada “operación Puf”, una supuesta maniobra para armar la causa contra el fiscal Stornelli.

Valdés dio el visto bueno para confrontar en un debate con Santoro, aunque falta todavía su visto bueno. El integrante del Parlasur sostiene que las escuchas que se filtraron sobre el “operativo Puf” “tienen nulidad absoluta y son ilegales”.

Al mismo tiempo, Santoro defiende su postura como periodista argumentando que si una fuente miente no es responsabilidad del periodista y que los artículos que tuvieron datos erróneos él se encargó de hacer la correspondiente aclaración.

La cuestión de fondo pasa por dilucidar si se trató de mala praxis periodística involuntaria o intencional según los integrantes de la Comisión que apuntaron a también a Nicolás Wiñazki y Gustavo Grabia, entre otros periodistas.

Pérez Esquivel se defendió de las acusaciones de atacar la liberta de prensa al decirle a Página 12 que su trabajo es “técnico” y que será el magistrado Padilla quien tome definiciones sobre el grado de responsabilidades de cada parte.

Otro periodista que apareció en la mira del juez fue Rolando Graña quien señaló: “Me parece que el juez está en una teoría un poco conspirativa. D´Alessio era una fuente conocida entre muchos de nosotros, sobre todo en cuestiones de narcotráfico. Yo lo conozco hace tres años pero no sabía ni me imaginaba que podía tener un cosa así”, argumentó. Lo interesante para el juez que en sede judicial , Graña accedió a que se conocieran detalles de chats con el acusado.

En paralelo sonó otra alarma en el periodismo con la causa que la AFI le abrió a Tato Young y Rodis Recalt una acusación que fue relanzada por la Cámara Federal de Apelaciones por sostener la sospecha de que los dos periodistas incurrieron en el delito al revelar la identidad ede agentes de inteligencia. Por lo mismo echaron en el kirchnerismo a Gustavo Beliz cuando, como funcionario, reveló la identidad de Stiuso.