Freiler busca un pintor

El camarista de la Sala I no viene en buena racha. A las denuncias en su contra se le sumó que deberá realizar refacciones en su propia oficina porque se rompió un caño en el juzgado de Daniel Rafecas, que tiene su despacho justo arriba, en el tercer piso. El agua levantó la pintura del techo y las paredes. Parece algo sencillo, pero en Comodoro Py no es fácil conseguir que venga el pintor.