Fuerte enojo de Macri con Lombardi por el manejo de los medios públicos

Dice que no miden y encima perjudican la estrategia de comunicación del gobierno. Quiere a Hebe de Bonafini afuera de canal 7.

En varias reuniones con asesores y periodistas, Macri ha dicho, en reserva, que ver y escuchar los medios de comunicación públicos le genera un fuerte mal humor. Pone de relieve que nadie los ve y encima están copados por expresiones opositoras.

En uno de los almuerzos en Olivos con periodistas, Macri contó en detalle su pensamiento crítico en esta materia. Un ejemplo: el día del paro general, en canal 7 se sintió más que en algunos gremios que lo convocaron desde la CGT. No hubo móviles en las calles por lo que el discurso del presidente en el Mini Davos de Retiro se levantó gracias a los oficios de la productora de La Corte, productora comprada por Cristóbal López, que curiosamente le da sus servicios al canal público, en ciertas coberturas.

Sin embargo, donde no hubo una sola cámara del canal público fue en el desalojo de la Panamericana, que al Ejecutivo le interesaba mostrar, como punto de inflexión en la tolerancia del gobierno a los “cortes extorsivos”.

Otro dato interno es que cuando hay una nota, en el Congreso, sobre la oposición, hay un cronista, simpatizante k, que el gremio manda a la cobertura para darle solo aire al núcleo duro del kirchnerismo. Esto se hace en la cara de la gerencia de noticias sin que nadie lo pueda evitar.

Ni hablar de la agencia Télam, donde las capas geológicas abundan gobierno tras gobierno. Y algo similar ocurre en Radio Nacional. Como botón de muestra de esta última, un relator de fútbol se dio el lujo de aceptar un trabajo en LV3 de Córdoba, pese a que las autoridades lo habías desautorizado. Mientras sigue cobrando en el Estado.

 

Los comentarios del presidente parecen debilitar, en rumores de cambio, a Hernán Lombardi, quien sostiene que hay que eliminar la Grieta. Sin embargo, al gobierno le conviene mantenerla viva en el pique corto del año electoral.

Sus dichos y sus actos de gobierno son ambivalentes. Dice querer apagar la Grieta pero agita cambiarle el nombre a Centro Cultural Néstor Kirchner o apunta sin piedad a la actriz Andrea del Boca.

Un tema de alta sensibilidad es la permanencia de Hebe de Bonafini en la pantalla del 7, con el programa de las Madres. Hace rato el ciclo dejó de ser un divulgador de la lucha sobre derechos humanos para pasar a ser un buró político de Cristinistas que trata de esmerilar la imagen presidencial.

Macri se mueve con francotiradores”, fue su última frase temeraria, y hasta propuso tomar Radio Nacional donde dicen que se echaron a trabajadores por sus simpatías con el anterior gobierno.

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