Fuerte reimpulso de las causas de Antonini y la embajada paralela en Venezuela

Las declaraciones del “arrepentido” Claudio Uberti reavivan viejas causas. Mondino investigó una de ellas cuando nadie quería escuchar.

Claudio Uberti es uno de los “arrepentidos” estrella de Comodoro Py. Reconoció que había un sistema de recaudación paralelo en la obra pública a través del Ministerio de Planificación que lideraba el ahora preso Julio De Vido.

Uberti, que tenía una profunda admiración por Néstor Kirchner, se “sometió” a su plan de saqueó de recursos del estado.

El ex titular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) era una suerte de embajador paralelo en Venezuela. Pronto chocó con el embajador formal en Caracas, Eduardo Sadous. La pulseada la ganó “el valijero”.

Antes de las valijas de Antonini Wilson, ya se hablaba de Uberti bajo sospecha. El entonces Defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, recibió la denuncia de un empresario que dijo haber sido presionado bajo coacción en un sistema de prebendas en la venta de maquinaria agrícola a Venezuela.

Mondino recuerda que Uberti operaba como intermediario entre los exportadores de maquinaria agrícola a Venezuela y que habían puesto dos empresas de pantalla: Palmat Intertade y Madero Trading a las que había que dejar el 15 % de las operaciones.

En tanto, la causa de las valijas de Antonini Willson con los 800.000 dólares detectados por la oficial María del Luján Telpuk recobra fuerza en Comodoro Py. Uberti formó parte de la comitiva del avión puesto por ENARSA que trasladó a Antonini a Buenos Aires desde Venezuela.

El caso constituye, al menos, un aliciente de revinculación con la ética publica ya que el dinero secuestrado fue derivado al Ministerio de Desarrollo Social que construirá y pondrá en marcha dos Espacios de Primera Infancia (EPI) en las localidades de Tafí Viejo, Tucumán, y de Oberá, Misiones.

Telpuk se siente ninguneada por el estado nacional después de haber puesto el cuerpo en el decomiso y quiere volver a declarar en la justicia.