Fuerte señal del Papa en apoyo al acuerdo con el FMI

En medio de la negociación con el FMI, Francisco designó a Martín Guzmán como su asesor en el Vaticano.

“Por sus competencias en ciencias sociales y por su integridad moral”, el Papa Francisco nombró al ministro de Economía Martín Guzmán como miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que no es otra cosa que una institución que lo asesora en los temas que hacen a la vida.

Pero por el contexto en que se da la llegada del ministro argentino a la academia vaticana, no deja de ser un guiño del Sumo Pontífice al gobierno de Alberto Fernández en su negociación con el FMI para redefinir el período de pago y la tasa de interés de la deuda contraída por su antecesor Mauricio Macri.

De hecho, por estos días, el Gobierno lanzó la primera medida que tanteó el humor social antes de poner en práctica el ajuste o la “sintonía fina” que implica reducir el déficit fiscal para cumplir con el Fondo: ya no se pueden comprar pasajes de avión o alquilar alojamiento en el exterior en cuotas. Todo de una o nada.

La pontificia academia debe tener 20 miembros como mínimo y 40 como máximo, según su estatuto. En estos momentos son 21. Los elegidos por el Papa pueden estar diez años en la institución y, tras una consulta con el Presidente y el consejo académico, pueden ser reelegirlos por otro período.

Con 39 años, Guzmán se suma al secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz, el otro argentino que actualmente asesora a quien fuera cardenal Jorge Bergoglio en Buenos Aires hasta 2013, cuando, en una votación histórica, se transformó en el primer papa jesuita de la historia de la Iglesia Católica.

Allí además participa otro argentino, Marcelo Suárez-Orozco, representante de la Universidad de Massachusetts, Boston. Y también alguien al que Guzmán conoce muy bien por haber negociado, justamente, la deuda argentina con países europeos: el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi.

El acuerdo con el FMI ya no solo es necesario sino inevitable: con cada vez menos reservas de libre disponibilidad, el Gobierno necesita estirar los plazos con el Fondo para evitar que lleguen a cero. Guzmán, ahora respaldado por el Papa, tiene la misión de lograrlo.