Granados tiene todo cerrado para recibir a las vacas

El intendente de Ezeiza le propuso a la Ciudad mudar el Mercado de Hacienda de Mataderos a Ezeiza.

Definitivamente Alejandro Granados, el intendente de Ezeiza es el más macrista de los jefes comunales peronistas del Gran Buenos Aires. Único opositor asistente al acto de Macri en el Camino del Buen Ayre, ahora le saca un problema de encima al jefe de Gobierno, Horacio Rodrìguez Larreta.

Los primeros días de febrero, un mes después de que una jueza federal de Justicia Legítima le diera a la intendenta de La Matanza una cautelar que frenó el traslado del Mercado de Hacienda a terrenos del Mercado Central, en La Matanza, Granados tiró un salvavidas.

En el restorán El Mangrullo, Granados recibió dos veces a los dueños del Mercado de Liniers y les ofreció un predio en Ezeiza. Tiene más de 100 hectáreas, acceso a la Autopista y llevaron esa idea al Jefe de Gobierno.

La relación entre el intendente de ese distrito del sur del GBA y los empresarios de la carne se forjó cuando Granados era Ministro de Seguridad de la Provincia. En ese momento les creó las patrullas rurales contra el robo de ganado y se compró a los empresarios que recibieron entusiasmados la propuesta ante el rechazo de Magario.

Mientras que en el ministerio de Producción se limitan a decir que aún estudian la propuesta del Mercado Central, en Ezeiza ya aseguran que está el visto bueno de Larreta y también el de Vidal.

El Municipio aportaría maquinaria para nivelar los terrenos y espera que la Ciudad se haga cargo de la obra. “Se trata de terrenos fiscales de Nación, detrás de la AFA y las antenas de Presidencia, donde hay unas caballerizas de la Policía Federal”, detallan en Ezeiza.

En la Ciudad están apurados porque se comprometieron a trasladarlo antes de diciembre de este año para construir un polideportivo y un polo educativo. Mientras en La Matanza denuncian que con la cautelar vigente siguieron los trabajos de remoción de escombros en el Mercado Central. Sin embargo, el Sheriff tiene todo cerrado para recibir a las vacas y cobrar una jugosa tasa, como hace con el Aeropuerto.