Gravedad institucional por intento de magnicidio a Cristina

Fallaron todos los anillos de seguridad en Recoleta. Primeras reacciones del sistema político.

Un sujeto de nacionalidad brasileña estuvo a centímetros de la cabeza de Cristina gatillando un arma Bersa 380. De milagro falló, sin salir el proyectil que contenía la recámara.

Los anillos de seguridad fracasaron estrepitosamente. Luego de la discusión entre el gobierno nacional y el de la ciudad, los alrededores de la casa de la vice, en Recoleta, estuvieron en manos de la militancia del núcleo duro, policías federales y la custodia personal.

La grieta en su máxima exposición jugó irresponsablemente al limite y un supuesto loco intentó un magnicidio. El arma tenia 5 municiones en su cargador.

Recordemos que el juez Gallardo había dispuesto el retiro de la policía de la ciudad que puso las vallas, aunque el gobierno de Larreta decidió impugnar ese fallo y mantuvo a discreción efectivos de diferente áreas. Antes el hecho impactante con repercusiones internacionales, ambos ministerios de seguridad habían pactado reglas de convivencia para ir apagando el fuego de las controversias,

En medio de las primeras imágenes de sujeto detenido por atentar contra Cristina, los medios k comenzaban a culpar al clima generado por la oposición y los medios opositores tardaban en dar crédito a la gravedad del atentado.

En medio del impacto institucional, un hilo de sensatez comenzó a fluir. El presidente tardó varias horas en grabar el discurso y bloques legislativos iban preparando una foto de convergencia para repudiar al atentado,