Greta marca la cancha también en su casa

La líder juvenil ecologista, Greta Thunberg, tiene una historia de resiliencia cargando desde chica con el mal de Asperger, una especie de autismo leve.

Los especialistas suelen describir este mal que tiene Greta como personas obsesivas, que solo quieren hablar de tópicos de su interés y  otras conversaciones le parecen frívolas. Suelen aislarse de grupos grandes que se alejan a su interés.

Hay una anécdota de su vida familiar que la pinta como una chica de personalidad muy fuerte que jamás se da por vencida.

Resulta que su madre, Sara Magdalena Ernman, es una reconocida cantante lírica sueca. Por su actividad, solía tomar muchos aviones hasta que Greta la convenció de lo contrario.

Su padre lo relató así: ”  Estábamos tomando aviones de un lado a otro, comiendo carne, comprando cosas y conduciendo un coche grande. Así que, escuchándola, nos embarcamos en el compromiso por la sostenibilidad y el cambio climático”, contó su ahora vegetariano padre en una entrevista con Financial Times.