Grobo: el dueño de la soja también tiene una pelota en la cabeza

La idea surgió del empresario Gustavo Grobocopatel: armar un equipo de fútbol, potenciarlo y llevarlo a lo más alto. Para eso, en 2012 fundó, Agropecuario de Argentino de Carlos Casares y, desde entonces,le dio vuelo a su sueño.

Puso al frente del proyecto a amigos y familiares, todos supervisados por Gustavo Grobocopatel, el presidente de Los Grobo, empresa dedicada a la agricultura, y considerado por muchos como “el rey de la soja”. Así, construyó un estado con capacidad para 8.000 personas y que, lentamente, se va ampliando. El club ya sumó otros deportes: hockey sobre césped y básquet.

Es más, Grobocopatel tiene en mente construir un hotel para que se concentren sus jugadores

“Todo lo que toca, lo convierte en oro”, dicen en Carlos Casares sobre Grobocopatel. Y el fútbol le dio la razón. Es que Agropecuario Argentino es el club más joven de la AFA y ya consiguió su primer ascenso tras vencer a San Martín de Formosa en los penales y clasificar al Torneo Federal A.

Bernardo Grobocopatel, ahijado de Gustavo, es el presidente del club. En definitiva, el que baja el martillo. Es que decide cómo destinar los $ 300.000 mensuales del presupuesto del club. “Al día de hoy, el fútbol no se financia. Y la plata sale de la familia Grobocopatel. Pero el negocio está avanzando, y la infraestructura que tiene asombra”, dice un vecino de Carlos Casares.

¿A qué se refiere? Puntualmente al pago de los jugadores del plantel, que están al dia. Y al suculento premio que le dio al equipo por lograr el ascenso: $ 300.000. Eso sí, los futbolistas querían más y la promesa de darles unos pesos extras está latente.

Algunos piensa que Grobocopatel quiere imitar a Amalia Fortabat y su Loma Negra en Olavarría. Otros creen que la familia sojera esconde un fin político. Pero Bernardo, un “fanático del fútbol” tiene un solo objetivo entre ceja y ceja: llevar a Agropecuario Argentina a lo más alto del fútbol. De la mano de la soja, claro.